Uno de los mineros que desde hace varios días permanecía encerrado junto a 13 de sus compañeros en el Pozo Casares, en la localidad de Tremor de Arriba (León) como señal de protesta por la crisis que atraviesa el sector, tuvo que ser atendido ayer por el Servicio de Emergencias del 112 de Castilla y León por problemas respiratorios. El hombre, de 40 años, ya tenía problemas respiratorios previos, según el 112, que podrían haberse agudizado por el encierro.