La detención de la esposa de un general de Ejército por conducir en dirección prohibida durante dos kilómetros ha generado un conflicto institucional sin precedentes en la cúpula de los cuerpos de seguridad del Estado en Canarias. La mujer, que reconoció los hechos y fue condenada a cuatro meses de prisión tras una sentencia de conformidad, ha presentado ahora una querella por detención ilegal contra un inspector de policía contra el que casi impacta de frente por un error al volante. Además, el general de división jefe de la zona de Canarias de la Guardia Civil ha pedido a la Jefa Superior de Policía «que tome las medidas apropiadas» contra el inspector por haber denunciado a la conductora.

Además, el mando de la Guardia Civil hace ver a la Policía en la carta el malestar que ha causado en el cuerpo la detención de la esposa del general del Ejército. El día de la detención, al menos una veintena de militares, muchos de ellos uniformados y luciendo galones, se agolparon a la puerta de la comisaría preocupados por la detención de la esposa del general de Brigada Francisco Martín Alonso.