Caracas.- Los asaltantes de una sucursal bancaria en la localidad venezolana de Altagracia de Orituco, en el Estado de Guárico -a 150 kilómetros de la capital Caracas-, huyeron en la tarde de ayer con cinco rehenes voluntarios en una ambulancia facilitada por las autoridades estatales, después de mantener durante casi un día y medio retenidas a más de treinta personas, entre ellas tres hispanovenezolanas. Se trata de Marlene Martín Brito, natural de Caracas y de 35 años, y de sus hijas Kimberley Mariana y Yoleana Carolina Seco Martín, de 9 y 6 años. Las tres, en un estado de gran nerviosismo y llorando -según manifestó telefónicamente a «Efe» una hermana de Marlene-, fueron trasladadas a un hospital de Altagracia de Orituco, donde los médicos revisaron su estado y las dos niñas fueron rehidratadas, ya que durante todo el tiempo que duró el secuestro apenas habían podido beber agua. Eran las tres menos cuarto de la tarde (las ocho y cuarto de la tarde en España) cuando los secuestradores huyeron en la ambulancia brindada por las autoridades con cinco rehenes, tras el asalto a una sucursal del Banco Provincial, filial del BBVA. El vehículo era conducido por uno de los cinco retenidos, que se ofrecieron voluntariamente a acompañar a sus captores. Se dirigieron al oeste del país y estaba previsto que los liberasen en un lugar desconocido.

Inmediatamente después, tanto la policía como los familiares del resto de los retenidos accedieron a la entidad bancaria para constatar el estado de salud de sus seres queridos. Una media hora antes, el gobernador del Estado venezolano de Guárico, Eduardo Manuitt, anunció que las autoridades habían aprobado la solicitud de los asaltantes, quienes pedían una ambulancia para escapar con cinco rehenes y su botín económico. Según la emisora venezolana Unión Radio, el ministro de Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín, que se encontraba en la zona había reconocido horas antes las «difíciles negociaciones» que se realizaban con los secuestrados ya que además estos tenían armas cortas. También indicó que todos habían sido identificados y que habían consumido drogas y alcohol dentro de la entidad bancaria. Atrás quedaban así 28 horas de angustia, durante las que fueron puestos en libertad hasta cinco rehenes y se vivió una tensa negociación.