Caceres/Las Palmas.- Los incendios declarados en la tarde del jueves en las comarcas cacereñas de Los Ibores y Las Villuercas calcinaron aproximadamente unas 7.500 hectáreas según informó ayer el consejero de Desarrollo Rural de la Junta de Extremadura, Francisco Javier López Iniesta. El presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, visitó ayer la zona afectada por el fuego y se reunió con los alcaldes de las localidades siniestradas. Tras esta reunión Ibarra solicitó a la colaboración ciudadana para esclarecer las causas de los incendios y lograr detener al culpable, ya que todo apunta a que fueron provocados.

Tras la reunión del Comité Asesor del Plan Territorial de Protección Civil de la Comunidad Autónoma de Extremadura (PLATERCAEX) López Iniesta se felicitó porque afortunadamente el descenso de las temperaturas permitió «atacar el fuego con bastante suerte».

La situación estaba siendo controlada y según informó la Junta extremeña a última hora de la tarde la actuación de los equipos de extinción de incendios a lo largo del día, unido a la mejora de las condiciones climatológicas permitió que una parte de los medios aéreos que venían trabajando en los incendios de Los Ibores y Villuercas comenzaran a retirarse.

En la zona continuaban trabajando cinco helicópteros, 5 hidroaviones y un avión de coordinación del Ministerio de Medio Ambiente, así como seis helicópteros de la Junta de Extremadura. Igualmente, todos los habitantes de Navalvillar de Ibor que fueron evacuados el jueves regresaron a sus hogares en torno a las 15.00 horas de ayer. El consejero de Desarrollo Rural aclaró que estos incendios están quemando bosques, por lo que manifestó su preocupación, no tanto por el número de hectáreas arrasadas, sino por el valor ecológico -se trata de uno de los mejores bosques mediterráneos- que se pierde, manifestando así que «si alguien ha intentado hacer daño, lo ha conseguido». Ese alguien es el que pretende encontrar por todos los medios el presidente extremeño que ayer solicitó la colaboración ciudadana para encontrar al culpable.

Salamanca

Por otro lado, las carreteras N-630 y CV-2 fueron abiertas anoche al tráfico de vehículos, en la provincia de Salamanca, después de permanecer varias horas cortadas debido a dos incendios forestales ya controlados, informaron fuentes de la Junta de Castilla y León.

El primer incendio, declarado a las 17.15 horas en el término municipal de San Martín del Castañar, fue controlado por los servicios de extinción de la Junta en torno a las 21.15 horas.

El segundo de los fuegos, ocasionado por un camión que ardió por causas desconocidas en el kilómetro 421 de la N-630, a la altura de Puerto de Béjar, también fue controlado hacia las 21.30 horas.

Además, los siete incendios que desde la noche del jueves afectaron a distintas poblaciones de la cumbre de la isla de Gran Canaria, cuyas autoridades del Cabildo sospechan que fueron provocados por una pareja, quedaron extinguidos ayer tras más de veintitrés horas de trabajo de los servicios antiincendios. El fuego quemó una extensión de más de doscientas hectáreas de pino canario y matorral del Parque Rural de Nublo, reserva de la biosfera, lo que supone más de la mitad de la extensión que ardió durante todo el pasado año en los 142 incendios que se registraron en todas las Islas Canarias.

Por último, efectivos del Plan Infoca de la Junta de Andalucía lograron controlar anoche el incendio forestal declarado en el término municipal de Cazorla (Jaén), dentro del parque natural de las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas.

Las llamas calcinan 17.000 hectáreas en Portugal

Un día más las llamas fueron protagonistas ayer en Portugal, donde las altas temperaturas y los vientos variables fueron los mejores aliados para propagar el fuego. En el día de ayer unos 1.209 bomberos, apoyados por 321 vehículos y 14 medios aéreos, intentaron controlar los cinco incendios activos, alguno de ellos desde hace varios días, según el último parte del Servicio Nacional de Bomberos y Protección Civil. En lo que va de año las llamas han arrasado más de 38.500 hectáreas de territorio portugués, más de 17.000 en la primera quincena de julio. Además, se han cobrado dos vidas y obligaron a evacuar varias poblaciones. En Guarda, cerca de la frontera con España a la altura de Orense y Zamora, un incendio de grandes dimensiones lleva tres días activo y los 130 bomberos, con 30 camiones cisterna y dos aviones, todavía no habían logrado controlarlo.