Más de 2.000 hectáreas es la superficie que en la actualidad ha sido calcinada por ocho grandes incendios que todavía permanecen activos en Galicia. En las últimas horas, la ría de Arousa ha visto cómo las llamas devoraban los montes más próximos, y es que el fuego originado en el monte Xiabre en la jornada de ayer han consumido ya 450 hectáreas, si bien evoluciona favorablemente hacia su estabilización -a las 22:00 horas se ha desactivado el nivel de alerta 2-, los efectivos de lucha contra incendios todavía no lo dan por controlado. De hecho, ya supera al registrado en el año 2016, que alcanzó las 300 hectáreas.

Sin embargo, no es el único incendio activo en la zona, ya que otros cinco nuevos focos en diferentes puntos han puesto en jaque a la comarca de O Salnés. En el entorno de las 12.00 horas se originó un fuego entre Tremoedo, en Vilanova de Arousa, y Cambados, que se llevó por delante dos o tres hectáreas de superficie arbolada y afectó a varios viñedos de la zona. En concreto, el incendio, que ya permanece perimetrado y en fase de control, dio comienzo en el lugar denominado Cuiña, muy próximo a las viviendas, que se vieron exentas de peligro al soplar el viento en dirección contraria.

Tan solo una hora después, un nuevo fuego se originó en Armenteira, en Meis. En este caso, el incendio afectó a algo más de una hectárea en la parroquia de San Martiño y a estas horas ya está prácticamente extinguido.

Las llamas fueron también protagonistas en A Illa de Arousa a media tarde, en donde se registró a las 17.45 horas un pequeño conato en la Avenida da Ponte y que afectó a un matorral de gran altura, situado en fincas sin limpiar. En su extinción trabajaron los Bombeiros do Salnés y la superficie calcinada fue de unos 300 metros cuadrados, próximas a las viviendas del casco urbano. A la misma hora, en András, en Vilanova de Arousa, también se iniciaba otro incendio que, gracias a la rápida intervención de Protección Civil, afectó a poca superficie en una zona arbolada.

Boiro complica la situación de O Barbanza

En las últimas horas la situación ha empeorado en O Barbanza por un incendio que se originaba en la tarde de ayer en Boiro y que hoy ha saltado a A Pobra do Caramiñal. En total se han calcinado unas 400 hectáreas de terreno y ha sido necesario activar el nivel de alerta 2 dada la cercanía de las llamas a las parroquias de Piñeiro, en Boiro y de Sampaio, en A Pobra.

El alcalde de Boiro, José Ramón Romero, ha reconocido que la situación "se ha complicado" en las últimas horas, aunque "de momento" no ha sido necesario desalojar a los vecinos ni se han producido daños a infraestructuras, aunque sí que "hay mucho humo" en la zona.

Hasta el momento se han movilizado tres técnicos, 25 agentes, 40 brigadas, 25 motobombas, cuatro palas, una unidad técnica de apoyo, 12 aviones y siete helicópteros.

Pequeños focos en el interior de Pontevedra

La jornada también ha sido complicada en el interior de Pontevedra donde se han declarado varios focos que han puesto contra las cuerdas a los servicios de emergencias. Por un lado, el incendió que afectaba a la parroquia de Seixido, en A Lama, y que a media tarde había calcinado un par de hectáreas; por otro lado, un pequeño foco en O Pereiro, en el concello de Poio ha hecho saltar las alarmas, y ha obligado a que efectivos de Protección Civil y varias brigadas de extinción de la Xunta hayan tenido que intervenir en la extinción del fuego.

Finalmente, el incendio que afectaba a Ponteareas, y en concreto a la parroquia de Padróns, se ha dado por extinguido esta tarde tras calcinar 15 hectáreas de arbolado.

A última hora de esta tarde, sobre las 20.00 horas se ha declarado un nuevo incendio, en la zona de Pontesampaio cuya columna de humo negro ya es visible desde Vigo, sin que se conozcan el número de hectáreas que se han visto afectadas.

En Ourense la situación se estabiliza poco a poco

En Ourense la situación mejora con respecto a la pesadilla de las últimas semanas. Aunque el incendio originado hace un par de días en Verín, que continúa activo, hizo saltar de nuevo las alarmas en la provincia, la situación ha mejorado y según informan desde la consellería de Medio Rural, "el foco evoluciona favorablemente hacia su estabilización" tras calcinar 600 hectáreas. La situación de alerta de nivel 2 ha sido desactivada después de que las llamas cercasen varios núcleos de población.

Por otro lado, hoy han logrado extinguirse varios focos de menor peligrosidad. La consellería informaba a media mañana de que el fuego que afectaba a Calvos de Randín ha quedado totalmente extinguido después de quemar 50 hectáreas de terreno; también se ha logrado apagar el incendio que afectaba al concello de Maceda y que contaba con hasta tres focos. Finalmente ha calcinado 120 hectáreas de terreno.

El último incendio que afecta a la provincia es el de A Mezquita, que ha calcinado 150 hectáreas pero que ya está controlado.