Migración

Sin duchas, compresas o camas: el Defensor del Pueblo señala posible "trato degradante" a los solicitantes de asilo

El Ministerio de Interior abre una cuarta sala en Barajas y la Policía asume la limpieza

Un grupo de agentes de Policía Nacional en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas.

Un grupo de agentes de Policía Nacional en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas. / Carlos Luján - Europa Press - Archivo

María G. San Narciso

Pasa el tiempo y la situación de Barajas continúa siendo igual de problemática. Por eso, el Defensor del Pueblo ha vuelto a dar la voz de alarma. Lo hace tras su visita a las salas el pasado 19 de enero que, a tenor de su resolución, parece haberle impactado. Allí comprobó, por ejemplo, que las condiciones de habitabilidad de las salas habían empeorado, con "un hacinamiento sin precedentes y un deterioro de los estándares de higiene y salubridad mínimos". "La única ducha se encuentra fuera de servicio desde hace dos semanas, carecen de kits de higiene básicos y de material de higiene femenino", escribe.

Tal es la situación, que considera que "se podría estar sometiendo presuntamente a estas personas a un trato degradante, menoscabando su integridad moral". También incide en que "las condiciones en las que los funcionarios policiales y el resto de empleados públicos, o entidades que trabajan en estas salas, pueden suponer un peligro para su salud y seguridad".

Solo cuatro días después de su visita, Cruz Roja abandonaba el lugar. Según explica la institución a El Periódico de España, del grupo de Prensa Ibérica, su "intención es volver tan pronto como sea posible". Es decir, cuando mejoren las condiciones.

Nuevas salas

Además, Ángel Gabilondo constata en su resolución que las mujeres y algunos menores habían sido trasladados a una sala de la terminal 2, de nueva creación, "que carece de las condiciones necesarias para cumplir su función". "No existen camas suficientes por lo que varias de las personas se ven obligadas a pernoctar en colchonetas. Tampoco existe mobiliario básico como sillas o mesas por lo que las personas se ven obligadas a comer sobre los colchones o en el mismo suelo", apunta.

Por todo ello, ruega que se coordinen actuaciones conjuntas con la Dirección General de la Policía, la Dirección General de Protección Internacional y la Secretaría de Estado de Migraciones para garantizar a los solicitantes "el derecho a la integridad física y moral y el derecho a la protección de la salud" durante el tiempo que tarde en tramitarse su solicitud en el aeropuerto. También pide la posibilidad de que puedan comunicarse de forma efectiva con familiares, abogados y el Defensor del Pueblo por vía telefónica.

Este mismo martes, la Policía Nacional ha abierto una cuarta sala de asilo, situada en la Terminal 1, que se añade a las tres que ya había (eran dos antes de esta crisis, en la Terminal 1 y en la 4). Fuentes del Ministerio del Interior explican que cuenta con una superficie de 500 metros cuadrados y capacidad para albergar a 162 personas, previsiblemente hombres mayores de edad. Esta cuarta sala amplía en un 47% el espacio al asilo en el aeropuerto hasta este momento. Entre todas suman unos 1.067 metros cuadrados.

Las mismas fuentes señalan que la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional y la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) continúan atendiendo las solicitudes de protección internacional que se reciben en el aeropuerto, "adaptando sus recursos humanos y medios materiales a la demanda para tramitar las peticiones con la mayor celeridad". En total, hay 54 agentes distribuidos en turnos todos los días de la semana para realizar entrevistas en el puesto fronterizo, con la colaboración adicional de dos instructores de la Oficina de Asilo y Refugio, en funciones de coordinación y apoyo. Desde principios de enero hasta este martes, día 30, se han tramitado 864 solicitudes de protección internacional, de los que el Ministerio del Interior ha ordenado 108 devoluciones.

Limpieza

Uno de los mayores problemas del aumento de llegadas al puesto fronterizo en las últimas semanas, y la falta de personal y espacios para atenderlos, es la limpieza de las instalaciones. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) informó el pasado 22 de enero que la situación era tan crítica que había "plagas de chinches, acumulación de basura y escasez de toallas para la higiene personal".

Sin AENA asumiendo la limpieza, y con Cruz Roja fuera de la ecuación -aunque ya había aparcado esta tarea antes de irse-, ha sido la Dirección General de la Policía la que ha asumido esa labor a través de la empresa que hasta ahora le prestaba este servicio en sus dependencias.

Uso fraudulento de escalas

Para reducir el número de llegadas de solicitantes, el Ministerio del Interior está tratando de "evitar el uso fraudulento de las escalas en Madrid con destino a países que no requieren visado de entrada y que son utilizadas para tratar de entrar en España de manera irregular".

Con el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación han acordado establecer visados de tránsito si es necesario. De momento lo han hecho con los ciudadanos con pasaporte de Kenia, desde el pasado 20 de enero, y se aplicará a ciudadanos con pasaporte de Senegal a partir del próximo 19 de febrero.