Sanidad

Los médicos, sobre la toxina botulínica para adelgazar: "Es una verdadera barbaridad"

Alerta en Europa tras detectarse 14 casos de botulismo grave en pacientes de Alemania, Austria y Suiza que se sometieron en una clínica turca a tratamientos para adelgazar

La obesidad es una enfermedad, recuerdan siempre los médicos.

La obesidad es una enfermedad, recuerdan siempre los médicos.

Nieves Salinas

Los médicos llevan tiempo advirtiendo: desaconsejan firmemente el turismo sanitario si se habla de obesidad. En sus consultas ya han visto a pacientes a los que han tenido que tratar con enormes problemas tras viajar a Turquía para someterse a una operación. Ahora, se conoce una nueva alerta en Europa tras detectarse 14 casos graves de botulismo en personas que viajaron a una clínica del mismo país -que se sepa, ninguno español- para someterse a un tratamiento para adelgazar mediante una inyección intragástrica de toxina botulínica. "Una verdadera barbaridad", resume a El Periódico de España la doctora Andreea Ciudin Mihai, miembro de la junta directiva y tesorera de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) sobre un procedimiento que no se realiza en las clínicas españolas por su falta de evidencia científica.

La doctora Andreea Ciudin, coordinadora de la Unidad de Tratamiento Integral de la Obesidad, del Hospital Universitario Vall d'Hebron (Barcelona) explica que hasta ahora, desde la sociedad científica, han denunciado los peligros de los viajes a Turquía para pasar por quirófano y reducirse el estómago, sin ningún tipo de control, ni protocolo. Muchos de esos viajes, han subrayado los especialistas en no pocas ocasiones, obedecen a las largas listas de espera que existen en la sanidad pública española para realizarse este tipo de intervención, la cirugía bariátrica.

La alerta que ahora vuelve a poner a Turquía en el punto de mira es diferente. Según ha comunicado el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés), los 14 casos de botulismo grave se han dado en ciudadanos procedentes de Alemania, Austria y Suiza. Los alemanes son 12 adultos que se sometieron a los tratamientos entre el 22 y 25 del pasado mes de febrero. Ocho de ellos fueron tratados en la misma clínica turca. En algunos, los síntomas son leves, pero en otros son de carácter grave y están ingresados en unidades de cuidados intensivos.

Uso en cosmética

La afectada austríaca es una una mujer que recibió la inyección el 22 de febrero, al igual que la ciudadana suiza. Las dos se sometieron a ese procedimiento en la misma clínica que los alemanes. "Me ha sorprendido. Es una verdadera barbaridad", asegura la tesorera de la SEEDO. Comienza explicando que la toxina botulínica se utiliza desde hace años en la cosmética. "Si se inyecta una pequeña cantidad de una toxina modificada, induce a una parálisis a nivel de los músculos donde tú la pones. Si pinchas en la cara, por ejemplo en la zona de la boca, el músculo ya no se contrae y no tienes arrugas. Pero, claro, es un falso tratamiento", detalla.

"Inventos para perder peso hemos tenido siempre", asegura la doctora Ciudin Mihai, de la SEEDO

La doctora Andreea Ciudin Mihai se retrotrae a hace unos años, en torno a una década, cuando ya salió la toxina botulínica como posible técnica para la obesidad. "Inventos para perder peso hemos tenido siempre. Se inyectaba con un endoscopio -el tubo que entra por la boca, pasa por el esófago y va al estómago, precisa- y lo que provoca es lo mismo: una parálisis de los nervios que trajinan el estómago. Entonces, hace que el estómago apenas se mueva, por tanto la comida permanece más rato y tienes la sensación de que estás lleno".

La médico alude a estudios que indican que la toxina botulínica "no aporta nada, aparte de complicaciones" si se trata de adelgazar

Pero, con posterioridad, precisa, se han hecho estudios "y este mito ha desaparecido. Porque se ha visto que los pacientes ni tenían más saciedad, ni perdían más peso". Alude, por ejemplo, a una investigación de la prestigiosa Clínica Mayo donde se vio que la toxina botulínica "no aporta nada, aparte de complicaciones". La médico explica que, en un procedimiento de este tipo, "se inyecta una pequeña cantidad, una toxina un poco modificada para que se limiten los riesgos, pero hay países tipo Turquía donde han encontrado toxina botulínica no purificada. Si inyectas ésta, pasa a la sangre igualmente. Va por todo el cuerpo y puedes desarrollar botulismo, que es una enfermedad grave y puede ser mortal".

Sensación de saciedad

Según la publicidad de varias clínicas turcas, que fácilmente pueden consultarse en Internet, las inyecciones de toxina botulínica gástrica se administran utilizando una aguja de endoscopia. "La toxina afecta los músculos estriados del estómago, inhibe sus contracciones y, de esta forma ralentiza la digestión de los alimentos en el estómago. El estómago tarda más en digerir la comida y, por tanto, la sensación de saciedad persiste durante más tiempo", reza la descripción de uno de estos establecimientos.

"Puedes incluso morir, porque paraliza todos los nervios que mueven los músculos, entre ellos el diafragma", alerta la especialista

La médico del Vall d'Hebrón alerta: "Según la cantidad que se inyecta y la falta de purificación de la molécula, puedes incluso morir, porque paraliza todos los nervios que mueven los músculos, entre ellos el diafragma, que es imprescindible para respirar, o los intercostales". Inyectada la toxina en el estómago puede haber diferentes síntomas, detalla la especialista, desde dificultad para tragar o debilidad, hasta que el estómago se paralice por completo. En los casos de Turquía, dice, el cuadro clínico es variable entre los afectados. "Es una práctica muy arriesgada", asevera.

Pacientes destrozados

Recuerda que los médicos están visitando a pacientes que llegan de Turquía tras someterse a una operación de reducción de estómago. Pero que no tiene conocimiento de ninguno sometido a toxina botulínica. "En España no me suena que se haga en ningún centro para perder peso", indica la doctora. El por qué estos pacientes eligen inyectarse esta toxina frente a la cirugía bariátrica, es porque su precio sería menor y, además, no dejaría de ser un procedimiento menos invasivo. Es decir, no hay que pasar por el quirófano. "Duran poco porque es introducir el endoscopio y poner la inyección. Es más barata, y al no ser invasiva, a lo mejor a los pacientes les parece que no corren tanto riesgo como una cirugía que, aunque se haga por laparoscopia, no deja de ser una cirugía mayor. Creo que ese es el motivo que debe pesar".

El coste de un tratamiento para adelgazar con toxina botulínica suele estar en torno a los 1.000 euros en Turquía y no hay que pasar por el quirófano

Un vistazo rápido a varias páginas turcas establece el precio del procedimiento y prometen una pérdida de peso de alrededor del 15-25% durante el tratamiento con toxina botulínica gástrica sin ninguna incisión. El coste suele estar en torno a los 650/1.000 euros, según la clínica. Aunque, en este tipo de viajes de turismo sanitario, el pack es completo: tratamiento, vuelo, estancia...El coste de una operación de cirugía bariátrica en Turquía es mucho mayor: unos 3.500 euros frente a los 11.000, comparan esas mismas webs, que podría costar en una clínica española.

La recomendación de la doctora Andreea Ciudin Mihai: "Que confíen en nosotros, si en España no se hace es porque hay unos estándares de calidad. Y si los protocolos y la preparación de, por ejemplo, una cirugía bariátrica duran tanto y son tan estrictos es por la seguridad del paciente. Para someterse a cualquier intervención para perder peso tienes que tener una muy buena evaluación clínica médica. Hay que ver bien qué le pasa a cada persona. La solución no va por paralizar el estómago ni cortarlo".