Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, que se celebra el miércoles, la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) y su sección, la Sociedad Española de Imagen Mamaria (SEDIM), han recomendado bajar la edad del cribado a los 40 añossiguiendo las nuevas pautas europeas. En España, por norma general, este tipo de programas comienzan a los 50 años, aunque algunas comunidades autónomas han bajado a los 45 como Castilla-La Mancha, País Vasco o Murcia, que lo hará a partir de 2023.

En lo que se refiere a la mama, SERAM advierte que "existen nuevas evidencias de aumento de incidencia en edades tempranas" y "beneficios significativos" en este tipo de programas para el grupo de edad de mujeres de entre 40 y 50 años, con una reducción de mortalidad a 10 años gracias al cribado. Son resultados publicados por el 'National Institute for Health and Care Research' (NIHR, por sus siglas en inglés) o, en España, con los datos del Cribado Poblacional de Toledo.

Murcia será la primera autonomía del país en ampliar el rango de edad en el cribado de cáncer de mama a las mujeres de entre 45 y 74 años

Castilla-La Mancha es una de las comunidades españolas donde el cribado -la realización de mamografía bilateral con periodicidad bienal- se inicia a partir de los 45 años. En Murcia, su presidente, Fernando López Miras, ha avanzado este martes que la Región de será la primera autonomía del país en ampliar el rango de edad en el cribado de cáncer de mama a las mujeres de entre 45 y 74 años, a partir de 2023. El cáncer de mama es el segundo tumor más diagnosticado en España, tan sólo por detrás del de colon.

Avances tecnológicos

Los radiólogos insisten: nuevas pautas de cáncer de mama basadas en la evidencia del paciente de la Red Nacional Integral del Cáncer (Red Nacional Integral del Cáncer -NCCN-) apuntan a todas las mujeres mayores de 40 años como candidatas para realizarse esos cribados. Se añaden los avances tecnológicos, como la inteligencia artificial, que sumada a la tomosíntesis de seno -una forma avanzada de mamografía- e imagen sintetizada permiten reducir la dosis de radiación aumentando la sensibilidad y especificidad diagnóstica, como recientemente han publicado desde el Hospital Reina Sofía de Córdoba.

Según la doctora Cristina Romero, miembro de la SERAM y vocal de cribados de la SEDIM, de la misma manera, la mamografía con contraste o la resonancia magnética (RM) para las pacientes de alto riesgo "están generando resultados muy prometedores que nos orientan a personalizar los cribados, según los perfiles de riesgo usando la mejor tecnología". Además, añade, numerosas sociedades científicas "se han sumado ya a este plan para cambiar el paradigma de los cribados, que llevaba sin cambios desde su instauración a finales de los noventa".

Nueva tendencia

La sociedad científica apunta a Estados Unidos, donde las nuevas directrices establecen que las mujeres deben someterse a una evaluación del riesgo de cáncer de mama a partir de los 25 años, y también enfatizan la mamografía a partir de los 40 años para aquellas con riesgo promedio, un enfoque de detección que ofrece la mayor reducción de la mortalidad, según la evidencia disponible.

La tendencia actual es la personalización de los cribados según factores de riesgo confirmados como los antecedentes familiares y personales

La tendencia actual es la personalización de los cribados, entendiendo como tal distinta técnica y periodicidad según factores de riesgo confirmados, tales como los antecedentes familiares y personales, así como la densidad mamaria, dicen los radiólogos. Abundan que la mayoría de las mujeres jóvenes tienen densidades mamarias altas, y esto hasta ahora era un argumento para no bajar la edad de cribado, ya que la mamografía disminuía su sensibilidad y especificidad. Sin embargo, los avances tecnológicos han abierto una nueva perspectiva, aseguran los especialistas.

Dadas las nuevas pautas dentro del contexto internacional, tanto en Europa, como en Estados Unidos, y todos los avances tecnológicos, la SERAM y la SEDIM recomiendan que en España se rebaje la edad del cribado del cáncer de mama a los 40 años (con mamografía bianual como recomienda la comunidad europea), ya que existen evidencias científicas de aumento de incidencia en edades más tempranas.