Fue un 8 de agosto de 2006 cuando nació el Día Internacional del Orgasmo Femenino. La idea surgió en una ciudad de Brasil llamada Esperantina gracias al concejal José Arimateia Dantas Lacerda, que puso sobre la mesa un estudio realizado por la Universidad Federal de Piauí que aseguraba que el 28% de las mujeres de dicho estado eran incapaces de llegar al orgasmo. El edil concluyó que el informe evidenciaba un "grave problema de salud pública". Entonces impulsó una ordenanza que aprobó posteriormente la cámara municipal. La ley establecía: "el orgasmo es un factor de alivio del estrés, responsable de la armonía familiar y que muchas mujeres no confiesan que no logran alcanzar el orgasmo y, por lo tanto, el matrimonio termina en separación".

Esta fecha se extendió a otros países latinoamericanos y a diferentes lugares del mundo. Canadá, Reino Unido o Australia también conmemoran este día. Sin embargo, el tabú sobre que la mujer alcance el clímax continúa presente en 2022. Así lo afirma Miriam Villa Castuera, una joven cacereña de 28 años encargada de un sex-shop situado en el centro comercial Ruta de la Plata de Cáceres. "A día de hoy aún existe ese reparo a la hora de hablar de sexualidad femenina, aunque con suerte cada vez es menor", asegura. La tienda Amantis abrió sus puertas hace unos meses y no fue de casualidad. "Se trata de una cadena que desembarcó en 1999 en Chueca, a pie de calle y sin ser un lugar oscuro, tal y como acostumbrábamos a ver estos establecimientos. Eran luminosos, amplios, de colores claros, un nuevo concepto. Fueron los primeros en aventurarse a poner locales en centros comerciales", añade. Su tienda online creció y los datos de ventas en Extremadura también. Por ello en marzo de 2022 decidieron abrir sus puertas en el único centro comercial de la capital cacereña. De momento, todo un éxito. "A nivel profesional para mí fue un reto y en lo personal me sorprendió mucho la acogida. Estoy orgullosa de que en Cáceres nos estemos quitando tabúes poco a poco. Pero sí que se sorprenden al ver el local", dice. "Impartimos talleres gratuitos para que realmente exista formación al respecto", explica. 

La revolución del Satisfyer

Hasta el año 2012, la industria de los juguetes sexuales femeninos no había puesto el foco en el clítoris . Empezaron a comercializarse más vibradores y en 2014 llegó el succionador de clítoris como una revolución. Aquel primer Satisfyer supuso un antes y un después cuando sus ventas se dispararon en el último trimestre de 2019 hasta un 440% más en España que el mismo periodo del año anterior, según publicó una marca suiza de este juguete erótico. "Claro que el succionador de clítoris fue un gran cambio. A día de hoy es de lo que más se vende", destaca.

¿Si hasta hace poco no se hablaba de este órgano femenino que forma parte del aparato reproductor, esto significa que, en general, se desconoce el cuerpo de la mujer?. "Nos cuesta mucho conocerlo. No nos permitimos estar solas con nosotras mismas porque se nos impone el tener ‘compañía’ en cuanto hablamos de placer y lo más importante es conocernos para así saber lo que queremos", responde Villa. "Aquí vienen chicas de todas las edades y algunas ni saben para qué son las bolas chinas. Creen que son para masturbarse y su función es mantener en buen estado nuestro suelo pélvico para evitar pérdidas de orina y otros problemas de salud a los que nos enfrentamos. Hasta ese punto nos desconocemos. Además, a las mujeres nos ha costado mucho hablar de orgasmos y de masturbación y no ha sido hasta hace poco cuando han empezado esas conversaciones en grupos de amigas. En mi generación, hablar de estos temas en el colegio o el instituto era impensable", recalca. "En esto influyen las creencias religiosas y el sistema patriarcal en el que vivimos", continúa. 

En la actualidad, las nuevas generaciones tienen otro concepto de sexualidad, según la joven cacereña. "Y menos mal", declara. "Es cierto que ahora se nota el avance y las jóvenes conocen más de sí mismas porque también han recibido más información, aunque fuera por su cuenta. Pero es que hasta hace relativamente poco los clientes eran hombres y hoy ya son ellas. De todas las edades, vienen tanto en busca de información como de placer, aunque comentarios como: 'es que con mi pareja tengo todo' son muy comunes", desvela.

No solo en materia sexual, sino en salud femenina, que también ha sido un tabú durante años. "Los cambios de hábitos también evidencian cierto giro. La copa menstrual o bragas o el interés por ir a un fisioterapeuta de suelo pélvico porque después del embarazo nos hacemos ‘pipí’ y lo vemos raro cuando es lo más normal del mundo, pero claro como nadie nos lo ha contado...", lamenta. "Por salud y sexualidad femenina es tan importante una educación sexual. Este sí que sería el cambio real que necesita la sociedad", concluye.