Una familia de Cáceres denuncia al Servicio Extremeño de Salud (SES) por el fallecimiento de su bebé de seis meses. Tal y como explica la portavoz de la familia, Ana Cortés, los "errores" comenzaron ya en el embarazo. A las doce semanas de gestación la madre, Laura Cortés, tenía cita en el hospital de Navalmoral de la Mata (es el que les corresponde porque residen en la localidad cacereña de Garvín de la Jara) para que se le realizara el triple screening, una prueba a la que se someten todas las embarazadas para analizar las probabilidades de que su futuro hijo pueda padecer síndrome de down.

No pudo asistir a la cita por ser contacto estrecho de un positivo en covid y fue reprogramada para la semana siguiente. Cuando llegó a la consulta los ginecólogos, según explica la portavoz de la familia, consideraron que ya no era necesario que se sometiera a esa prueba porque «en las ecografías no se veía nada raro". La gestación continuó con normalidad y Laura Cortés dio a luz el pasado 28 de mayo (fue un embarazo a término). Cuando nació se dieron cuenta de que sufría síndrome de down. "Fue un shock, pero lo asimilaron", recuerda Ana Cortés.

Pero los problemas siguieron. En noviembre, el bebé, de seis meses, se puso enfermo. Lloraba de forma desconsolada y tenía picos de fiebre. Sus padres lo llevaron a Urgencias, al hospital de Navalmoral, donde les informaron de que se trataba de un virus, que le dieran apiretal y se marcharan a casa. Como seguía empeorando (le salió un sarpullido en el cuerpo y se negaba ya a comer), al día siguiente llamaron al centro de salud de Bohonal de Ibor (al que pertenecen) y, según Cortés, "les dijeron que no iban a verlo porque, al ser un bebé, no se iba a dejar auscultar". Al tercer día volvieron a Urgencias, donde le diagnosticaron una neumonía. Y decidieron ingresarlo para tratarlo con medicación.

Estuvo doce días ingresado, pero su estado empeoraba. "Al tercer día sus padres pidieron que lo trasladaran a Badajoz, pero los médicos les pedían paciencia". Como no respondía a los tratamientos a los doce días el equipo determinó, ya sí, llevarlo al Materno Infantil de Badajoz. Allí, tras realizarle varias pruebas, a los tres días le diagnosticaron síndrome hemofagocítico, provocado por una respuesta inadecuada del sistema inmunológico. "Es mortal si no se detecta a tiempo, si hubiéramos llegado el segundo día a Badajoz a lo mejor todavía estaría con nosotros", se lamenta la tía del bebé fallecido.

Le ingresaron en UCI y comenzaron enseguida el tratamiento, muy parecido a una quimioterapia, ya que esta enfermedad es similar a la leucemia. Una vez allí se contagió de bronquiolitis, de la que remontó, y después de una neumonía bilateral de la que no consiguió salir. Falleció el 26 de diciembre. "No se le hizo caso en noviembre y se perdieron muchas posibilidades de salir adelante", asegura Ana Cortés.

La familia acaba de presentar una reclamación patrimonial al SES por el trato recibido en Navalmoral, al no diagnosticar el síndrome de down y por negligencia. Este diario preguntó ayer a Sanidad por este asunto pero no recibió respuesta.