En un cambio que llega justo en medio de una nueva ola de revelaciones de abusos cometidos por sacerdotes, el Vaticano ha anunciado una nueva reforma del organigrama de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF). Este es el organismo vaticano creado en 1517 y anteriormente conocido como Santo Oficio o Santa Inquisición, que hoy es uno de los más importantes en lo que se refiere a la lucha contra contra la pederastia clerical.

La decisión del Vaticano ha sido hecha pública este lunes con la publicación de un 'motu propio' -esto es, un documento de iniciativa papal— firmado por Francisco. Según este documento, la CDF pasará ahora a tener dos secciones: una doctrinal y otra disciplinaria, cada una gestionada por un secretario distinto. Antes existía solo un secretario para las dos secciones.

Aun así, en el texto, no hay información sobre los nombres de los dos elegidos para ocupar el puesto de secretarios, ni hay referencias explícitas al escándalo de los abusos, que en los últimos años ha dañado de gravedad la credibilidad de la Iglesia católica. Lo que sí, se sugiere que el cambio era necesario.

Más autoexigencia

La razón, ha escrito el Papa, es que existe una exigencia de dar a la CDF "una configuración más apta a las funciones que le son propias”. Por ello, la sección doctrinal se ocupará “de las materias que tienen relación con la promoción y la tutela de la doctrina de la fe y de la moral”, eso es la evangelización y la observancia de que la Iglesia mantenga una doctrina correcta sobre temas que atañen a su visión de la moral y de la fe. Esto, según Francisco, es necesario "sobre todo frente a las preguntas puestas por el progreso de las ciencias y por el desarrollo de la sociedad”. De igual manera, esta sección también se encargará de los 'privilegium fidei', eso es, las anulaciones matrimoniales.

En cambio, la Sección Disciplinaria, que se cree que es la que tiene el mayor volumen de trabajo, se encargará de “los delitos reservados a la Congregación y por esta tratados mediante la jurisdicción del Supremo Tribunal Apostólico allí instituido”. Estos incluyen los delitos contra menores, cuyas investigaciones se hacen en las diócesis pero que la CDF puede supervisar, así como también intervenir en los casos más graves o donde hay sospecha de que se haya cometido algún error.

El futuro de Ladaria

Por ello también esta sección promoverá “las oportunas iniciativas de formación que la Congregación le ofrece a los ordinarios y a los operadores de derecho, para favorecer la recta comprensión y aplicación de las normas canónicas relativas al propio ámbito de competencia”, ha añadido el Papa. 

La iniciativa de Francisco se produce después de que la semana pasada se filtraran dos viejas cartas firmadas en 2012 y en 2015 por el actual prefecto de la CDF, el español Luis Ladaria. En estas misivas, Ladaria pedía evitar “el escándalo” en dos casos de dos sacerdotes, luego condenados por abusos por justicia civil. De ahí que algunos expertos consideren que es una incógnita si Ladaria seguirá en su puesto de jefe de la CDF, más aún que en abril llegará a los 78 años de edad y en junio caduca su mandato de cinco años.