Los científicos llevan décadas advirtiendo de que el cambio climático golpearía con fenómenos más frecuentes y virulentos, y 2021 ha sido el año en el que esas alarmas se han hecho patentes con borrascas históricas, incendios de sexta generación y el incremento de periodos de temperaturas extremas.

La cuenca del Mediterráneo, y en especial España, es una de las zonas cero de la emergencia climática tal y como se ha visto constatado este año tras el paso de la histórica borrasca Filomena, el temporal más intenso en los últimos 50 años en España, que sepultó bajo la nieve una superficie de cerca de 256.000 Km2.

Sin embargo, está catástrofe no fue la única: los incendios de sexta generación, con capacidad para alterar las condiciones meteorológicas, también se han hecho presentes, como el de Sierra Bermeja (Málaga), con 10.000 hectáreas calcinadas, que puso de manifiesto que los fuegos evolucionan hacia fenómenos "virulentos", vinculados al cambio climático, difíciles de apagar y de controlar.

A lo largo de este año se han registrado además 20 grandes incendios forestales (GIF) entre los que sobresale el de Navalacruz (Ávila), el cuarto más importante en la historia de España desde que se tienen registros, y que dejó más de 22.000 hectáreas calcinadas.

El fuego ha quemado un total de 75.547,54 hectáreas de superficie forestal desde que comenzó 2021 hasta el 5 de septiembre, frente a las 46.925,23 del mismo periodo de 2020 marcado por la pandemia y las 96.368,16 del año 2019, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica. EP

Otro fenómeno adverso propiciado por la emergencia climática, cada vez mas asentando, es el incremento de los días de verano: casi 5 semanas más que a inicio de los años 80, con agosto de 2021 con récords de temperatura más altas jamás registrados hasta la fecha en puntos de la geografía española.

Sequía en España

Tampoco se pueden olvidar en este 2021 los efectos provocados por las grandes danas o gotas frías en el sur y este peninsular que sugieren, tal y como explica la Agencia de Meteorología, que en los días de precipitación más intensa llueve ahora más que en décadas pasadas y que las lluvias torrenciales lo son más en la vertiente mediterránea peninsular.

Pero ni Filomena ni los recientes episodios tormentosos han conseguido terminar con la sequía que sufre España: el año en curso arrastra una cifra de precipitaciones por debajo de lo normal, a consecuencia de lo cual el otoño está siendo más seco, con una situación preocupante de las cuencas hidrológicas.

En la actualidad, las cuencas más deficitarias son la del Guadalquivir -declarada oficialmente en situación de sequía lo que obliga a adoptar medidas temporales para incrementar los recursos- la cuenca del Guadiana, la de Guadalete-Barbate, la del Segura y la Mediterránea Andaluza.

Ley de Cambio Climático

Estas advertencias climáticas necesitan de medidas inmediatas y ambiciosas para proteger a las personas, el clima y la naturaleza, lo que ha llevado a España a aprobar este año la primera Ley de Cambio Climático de su historia que propone reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 23% -sobre 1990- de cara a 2030.

Y para que esta ley climática siga su desarrollo, en 2021 han arrancado las Asambleas Ciudadanas para el Clima, donde ciudadanos representativos de la diversidad del país, y apoyados por expertos en la materia, aportan recomendaciones no vinculantes frente a la emergencia climática.

En el plano de la biodiversidad, la degradación del Mar Menor volvió a ser uno de los asuntos mas destacados del año con la aparición en agosto pasado de toneladas de peces y crustáceos muertos por falta de oxígeno, una situación que se repite en el tiempo y que en esta ocasión superó incluso la catástrofe de 2019.

El Mar Menor expulsa cinco toneladas de peces muertos.

El Gobierno ha presentado para regenerar esta laguna salada, la más grande de Europa, un Marco de Actuaciones Prioritarias con actuaciones a corto y medio plazo para reducir la carga contaminante, atajar el regadío irregular y re-naturalizar la cuenca mediante soluciones verdes.

También ha tenido especial eco la inclusión del lobo ibérico (Canis lupus) en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial, una medida que ha sido fuertemente criticada por Asturias, Cantabria, Castilla y León y Galicia por entender que obstaculizará la gestión sostenible del territorio, propiciará el abandono de la actividad ganadera y agudizará la despoblación rural.

2021 ha sido también el año asociado a los Fondos de Recuperación Europeos, una inversión verde que, del total de los 70.000 millones que movilizará, un 40,29% contribuirá a los objetivos de mitigación y adaptación al cambio climático, así como a alcanzar antes de 2050 la neutralidad climática.

La elaboración del Plan Estratégico Salud y Medio Ambiente para promover entornos sanos que ayuden a conseguir los objetivos de salud de la población y disminuir los riesgos derivados de los factores ambientales y sus condicionantes permitirá disminuir la carga de enfermedades e identificar nuevas amenazas.