Las reglas de la Inspección Técnica de Vehículos se han endurecido con el paso del tiempo. Ahora el foco está puesto en los coches diésel y sus propietarios tienen cada vez más dudas de si les será sencillo o no pasar las pruebas de la ITV. Por eso existen varios puntos sobre los que prestar atención si nos toca pasar por el taller de inspección y queremos dar un solo viaje, es decir, pasar la ITV a la primera.

Uno de los primeros consejos es tener controlado el humo que expulsa nuestro tubo de escape. Si nos fijamos bien el color que desprenda este dispositivo nos dará muchas pistas sobre el estado de nuestro coche. El humo del tubo de escape puede avisarnos de averías en el motor, fugas internas en conductos como el del aire o el aceite y un sinfín de detalles. Por ejemplo, si el humo es negro y denso, puede ser que los inyectores de nuestro vehículo diésel estén dañados. Si tenemos un problema como este tendremos dificultades para pasar la prueba de opacidad en la ITV.

Antes de acudir a la inspección deberíamos revisar bien el coche. La revisión más detallada nos la harán en un taller de confianza, pero nosotros ya podemos avanzar los fallos que tiene nuestro diésel en puntos tan comunes y fáciles de revisar como los limpiaparabrisas, los cinturones, los eyectores de agua, que no estén obstruidos, o los propios neumáticos. Parece una tontería, pero un gran porcentaje de los suspensos en la ITV vienen derivados de fallos en estos sistemas. Lo peor es que tienes que dar la vuelta y pierdes el tiempo en ir y venir de la ITV por cosas fácilmente subsanables.

Si hace tiempo que no paseamos con nuestro coche, porque se trata de nuestro segundo vehículo o es el que usamos en una segunda residencia es conveniente salir a dar una vuelta con él para ver cómo se comporta. Un coche diesel debería acudir a la ITV con el motor en temperatura de servicio y tras haber recorrido algunos kilómetros para así avivar las revoluciones de su motor. Los recorridos urbanos o a muy bajas revoluciones son un mal que atañe sobre todo a los vehículos diesel.

Por último, no juegues a ser mecánico si no lo eres. Lo mejor es acudir a un taller especializado y que sea allí donde hagan un diagnostico a fondo de nuestro motor. De lo contrario podemos acabar por perjudicar aún más el moto de nuestro vehículo diesel.