Hace poco más de un mes, Diana Morant (Gandía, 1980) asumió el mando del Ministerio de Ciencia en un momento en que, por culpa o gracias a la pandemia, todas las conversaciones giran alrededor de la ciencia. En la primera entrevista que concede como ministra, habla de su compromiso con la comunidad científica española.

–Ministra, ¿cuál es el mayor reto al que se enfrenta en este nuevo cargo?

–El reto es acompañar al país en sus grandes desafíos del futuro. Queremos construir un proyecto de país transformador. El de una España más verde, más responsable con el planeta. Una España más cohesionada social y territorialmente, más igualitaria, más feminista y más digital. La ciencia y la innovación tienen que guiar la toma de decisiones.

–Al principio de la pandemia vimos que nada estaba preparado para hacer frente a una emergencia así. Un año más tarde, ¿está la ciencia española mejor preparada para hacer frente a las crisis del futuro?

–Sí, tenemos que reconocer que no estábamos preparados para esta pandemia. Pero un año después vemos que se ha hecho un esfuerzo para capacitar el sistema. Hemos vivido una transformación industrial muy importante. Cuando empezó esta pandemia en España no se fabricaban mascarillas, respiradores o vacunas y ahora sí. En estos momentos ya hay cuatro empresas españolas que participan de la fabricación de las vacunas que todos conocemos.

–Se ha hablado mucho de las vacunas españolas contra el COVID-19. ¿Cuándo cree que tendremos una vacuna española en el mercado?

–España decidió apostar desde el primer día por la vacuna. Las vacunas que se están investigando buscan mejorar las que ya existen. La vacuna de Hipra, que ahora mismo es la más avanzada, presenta buena respuesta frente a todas las variantes y, además, se conserva a temperatura de nevera por lo que se facilita la logística. Si los ensayos clínicos prosperan, podríamos comercializar una vacuna española a principios del 2022.

–¿Cuánto ha invertido España en investigación sobre COVID-19?

–En el ámbito público, que es solo una parte del sistema, se han apoyado 200 líneas de investigación sobre covid y 100 proyectos de capacitación industrial. España ha invertido más de 100 millones de euros en investigación sobre COVID-19. Se ha investigado mucho y esto ha ayudado en la toma de decisiones. Gracias a la evidencia científica, la ciudadanía ha sabido qué hacer y qué no hacer durante la pandemia.

–Los fondos europeos han permitido aumentar un 60% el presupuesto en ciencia. ¿Hay un plan para garantizar la financiación en ciencia más allá de esta inyección?

–Los fondos europeos van a aumentar la financiación en un momento que necesitamos un plan de choque. Pero más allá de esto, también queremos impulsar medidas estructurales. Tenemos que mejorar la inversión en ciencia, tanto desde el sector público como del privado, para consolidar este aumento presupuestario. Por eso queremos recoger el máximo consenso posible para la Ley de la Ciencia. Así, aunque cambie el color del gobierno, los científicos tendrán sus derechos reconocidos por ley.

–¿Qué se está haciendo para mejorar las condiciones laborales de los científicos españoles?

–La científica Margarita Salas, que una vez dijo que la ciencia española está haciendo milagros; poniendo en valor la ciencia pero también retratando las condiciones de los científicos. Pues bien, queremos sacar la ciencia del milagro. Vamos a fortalecer tanto económicamente como en recursos las infraestructuras y los centros de investigación. La ciudadanía exige que aumentemos la inversión en ciencia e innovación.

–¿Qué cambiará si se aprueba una ley de la ciencia?

–Queremos sacar una ley para mejorar la carrera científica, frenar la fuga de cerebros, favorecer la atracción de talento y recuperar a todo aquel que se fue por la falta de recursos. Pero también queremos hacer frente a otros retos. Si hablamos de igualdad en la ciencia, vemos que el número de mujeres científicas en España está por encima de la europea, pero conforme avanza la carrera científica la proporción vuelve a revertirse. Necesitamos entender qué está ocurriendo y poner soluciones

–La pandemia ha propiciado un repunte del movimiento seudocientífico. ¿Le preocupa el discurso negacionista, conspiranoico y antivacunas?

–El discurso negacionista, que pone en duda a la ciencia, ha tenido un momento de oportunidad porque, inmersos en la pandemia, era el tema del que se hablaba y en ese contexto han tenido la oportunidad de colar su mensaje. Pero [este discurso] claramente ha sido desmontado y ampliamente superado por el de la información y la evidencia científica. El éxito de la campaña de vacunación demuestra que los españoles confían en la ciencia. Yo me siento muy orgullosa de que la ciudadanía esté confiando tanto en la ciencia. En la pandemia ha ganado la información y la ciencia frente a los bulos y la desinformación.

–¿Algún mensaje que le gustaría lanzar a las futuras generaciones de científicos y científicas españoles?

–Un mensaje claro: los necesitamos. Porque no habrá futuro sin ellos y sin ellas. Lo tenemos claro. España necesita caminar hacia una sociedad que garantice mayor igualdad de oportunidades a las personas, con más cohesión social. Una sociedad más igualitaria, verde y digital. Solo a través de la ciencia y la innovación será posible alcanzar estos objetivos.

“Para combatir los bulos hay que dar información correcta”

Diana Morant aterriza en el Ministerio de Ciencia tomando el relevo de Pedro Duque, un ministro que siempre ha hecho bandera de su lucha contra la seudociencia, la desinformación y los bulos. Interpelada, la ministra explica los planes del Gobierno para frenar la desinformación científica y reflexiona sobre el impacto del movimiento negacionista y antivacunas durante la pandemia de covid. –En 2018, los ministerios de Ciencia y de Sanidad lanzaron un plan conjunto para proteger a los pacientes de las seudoterapias y evitar que caigan en estafas sanitarias. Con la llegada de la pandemia del coronavirus, sin embargo, parece que este plan ha quedado guardado en un cajón. ¿Qué ha pasado con el proyecto? –Tanto las seudoterapias como el negacionismo y los bulos tienen su caldo de cultivo en la falta de información así que para combatirlos hay que dar información correcta a la ciudadanía. No creo que el plan [contra las seudoterapias] se haya quedado parado. Durante la pandemia, la comunidad científica y los medios de comunicación han hecho una labor estupenda para informar sobre ciencia. En el ámbito de las seudoterapias, tenemos que seguir trabajando para mostrarle a la ciudadanía qué cosas están testadas científicamente y qué cosas no. Si un tratamiento o medicamento no ha pasado por ningún estudio, no ha demostrado su seguridad, o no tiene garantías científicas, no debería suministrarse. –En estos meses hemos visto determinadas personas que se han dedicado a difundir bulos sobre la pandemia, el virus y las vacunas. No hace falta decir nombres porque todos sabemos de quién estamos hablando. ¿Qué opina sobre estos gurús de la seudociencia? –Estas personas se han retratado a sí mismas. En muchos casos su discurso ha sido más un espectáculo que otra cosa. Pero yo creo que la gente ha identificado claramente que estaban en el lado equivocado. Además, se ha hecho un esfuerzo grandísimo para rebatirlos. La ciudadanía ha sido especialmente ejemplar en el respeto a las indicaciones y a las decisiones que se tomaban. Aunque la evidencia científica cambiara de una semana para otra, la ciudadanía ha acompañado con paciencia y hasta diría con entusiasmo a la ciencia. Prefiero quedarme con eso que con el mensaje negacionista. –En una de sus primeras intervenciones como ministra quiso dar las gracias a su familia por el apoyo. ¿Algún consejo que su familia le haya dado para hacer frente a este nuevo cargo? –Recuerdo una frase que me envió mi madre: ‘Tu abuelo era chofer y tú ahora tienes chófer. Aunque la gente te mire diferente, tú sigue siendo la misma’. Quiero seguir siendo la persona que creció en una familia sencilla y que gracias al esfuerzo de su familia ha llegado a ser ministra. Por eso quiero que todas las personas tengan las mismas oportunidades que he tenido yo.