El rey Felipe VI ha recibido en la base de Torrejón de Ardoz (Madrid) a los últimos 24 militares destacados en Afganistán, en un acto en el que la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha pedido "perdón" si algún familiar de los 102 españoles muertos en la misión "no se ha sentido suficientemente apoyado".

"Señor, misión cumplida", le ha dicho al Rey el comandante del Mando de Operaciones, general Francisco Braco, cuando el monarca ha recibido a pie de pista a las tropas junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Además de saludar uno a uno a los militares recién llegados, en el acto se ha rendido tributo a los caídos, un adelanto del acto que prepara Defensa para el próximo mes de junio en el que homenajeará a los 102 españoles fallecidos a lo largo de 19 años de misión en el país asiático.

En su intervención, Robles ha dado las gracias a los 27.100 militares que han participado en esta misión, la más larga en la que ha participado España y con los que el país, ha dicho, "tiene una deuda de gratitud".

"Quiero de todo corazón pedir perdón si alguno de sus familiares en algún momento no se ha sentido suficientemente acompañado y apoyado", ha dicho sobre las familias de los 102 fallecidos en la misión que ha costado más vidas a España.

A los que participaron en ella les ha trasladado además su compromiso de trabajar para que sean "protagonistas esenciales" de la historia reciente y se ponga en valor su "sacrificio" en pos de la "paz, la libertad y la seguridad" en Afganistán y en España, puesto que, ha incidido, el terrorismo es "un enemigo de todos" que afecta "a todos".

"Hoy es un día importante y del que sentirnos orgullosos en nuestra historia más reciente", ha destacado la ministra, una historia que, ha añadido, está hecha de las hazañas de "muchos héroes anónimos que defienden los valores democráticos en el mundo entero".

Ante una muestra de aviones y vehículos terrestres que han participado en la misión, el general Braco ha recordado cómo en Afganistán los militares realizaron 28.000 patrullas, con 3 millones de kilómetros recorridos.

Muchos, ha destacado, en la llamada "ruta Lithium", una carretera de 105 kilómetros que construyó España en el oeste del país, dentro de la zona de cuya reconstrucción se hizo cargo el Ejército español.

En Afganistán, ha dicho, también se llevaron a cabo 1.400 misiones de desactivación de explosivos. "Todo en terreno desconocido, empezando sin instalaciones fijas, con todas las incertidumbres, desde cero, pero con la determinación e ilusión que nos caracteriza", ha evocado.

Las últimas tropas han descendido de un avión A-400 del Ejército del Aire que despegó este jueves de Kabul tras celebrarse en el aeropuerto de la capital afgana una ceremonia de arriado de la bandera española.

Después de que hayan bajado a tierra los 24 militares, la mayoría de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra, y los dos intérpretes afganos que han venido con ellos, el Rey ha recibido la bandera arriada en Kabul de manos del jefe del último contingente, el coronel Alfonso Álvarez, y se la ha entregado a su vez al director del Museo del Ejército.

Al acabar, el rey, Sánchez y Robles han saludado a los alrededor de treinta familiares de los militares que han acudido a la base, tras lo que se han podido reencontrar con ellos después de cinco meses de misión en Afganistán.

Al acto han acudido también el jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Teodoro Calderón; la directora del CNI, Paz Esteban; los encargados de Negocios de las embajadas de EE. UU. y Afganistán, Conrad Tribble y Mohammad Rahim Peerzada, respectivamente; y los directores de la Guardia Civil, María Gámez, y de la Policía Nacional, Francisco Pardo.

Con él se ha puesto fin a una misión que se inició a instancias de Estados Unidos tras los atentados yihadistas del 11S y en la que España llevaba permanentemente participando desde enero de 2002.