Los pacientes asintomáticos sí son portadores del coronavirus y pueden contagiar la enfermedad, en contravía de lo que aseguran publicaciones en las redes sociales que los consideran “personas sanas” o “falsos positivos”. Mensajes en tal sentido circulan este mes en plataformas como Facebook y Twitter, mientras dispersan afirmaciones como que “los asintomáticos no existen” o que se trata de “personas saludables a quien el Estado intenta convencer de estar enfermos”.

Una de estas denuncias es atribuida a una médica identificada como Natalia Prego y adscrita a Médicos por la Verdad, un movimiento negacionista surgido con la pandemia que se expande con rapidez entre continentes, con Alemania, España y Latinoamérica como ejes más activos. Según citas achacadas a Prego en una imagen compartida docenas de veces, “los asintomáticos no existen, son test dando falsos positivos” y se trata de personas que “no están enfermas, están sanas y por lo tanto no contagian nada a nadie”. “Hay una gran manipulación psicológica entre la población. Hay médicos que tal vez están obligados a decir lo que quieren sus gobiernos, medios de comunicación y la OMS”, añade el mensaje. Otras publicaciones, esta vez sin atribuir una fuente, advierten además que las autoridades “jamás van a admitir que los asintomáticos son personas sanas, porque es la base de toda esta gran mentira”.

Lo cierto es que, según la evidencia científica y las autoridades sanitarias globales, los pacientes asintomáticos sí pueden transmitir la enfermedad y en ningún caso son considerados personas sanas o “falsos positivos” de las pruebas anticovid. De acuerdo con la “Guía sobre cómo se transmite la covid-19” de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “independientemente de que tengan síntomas o no, las personas infectadas pueden ser contagiosas y el virus puede transmitirse a otras personas”.

Los datos de laboratorio de hecho sugieren, según la entidad, que “las personas infectadas parecen ser más infecciosas justo antes de que desarrollen síntomas (es decir, 2 días antes) y al comienzo de la enfermedad”. Pero en ningún caso no presentar síntomas es sinónimo de no contraer el virus.

La OMS precisa en ese documento que existen tanto pacientes asintomáticos -aquellos contagiados que nunca presentan síntomas de la enfermedad- como presintomáticos -o quienes inicialmente no reportan señales, pero las desarrollan pocos días después-. En ambos casos, hay transmisión del virus.

La situación es aún más compleja: un estudio publicado en enero pasado y realizado por altos especialistas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. halló que “más del 50% de los casos de coronavirus son transmitidos por personas que no presentan síntomas”.

El Departamento de Salud de EEUU se hace eco de esa investigación en su página web y resalta que dichos hallazgos “sugieren que la identificación y el aislamiento de personas sintomáticas con COVID-19 no controlan por sí solos la propagación en curso del SARS-CoV-2”. De hecho, los investigadores estiman que un 24% de las personas que transmiten el virus a otros nunca desarrollan síntomas y otro 35% son presintomáticos.

Tampoco es cierto, como aseguran los mensajes en las redes sociales, que los pacientes asintomáticos son producto de “falsos positivos” o errores de las pruebas estandarizadas para detectar la presencia del virus en el organismo. Como explicó a EFE José David Urbaez, director científico de la Sociedad de Infectología del Distrito Federal de Brasil, “no existe posibilidad de un falso positivo en los test de biología molecular para SARS-CoV-2, pues se tratan de plataformas altamente específicas”. “Lo que sí existe muchas veces son falsos negativos, en relación a la colecta fuera de la curva de detección en los tejidos de las vías aéreas superiores, donde se hace necesario un tiempo de 4 a 5 días para que el virus alcance una concentración adecuada”, explicó. El experto concluyó que dichos mensajes virales son "una inmensa falacia".

Una confusión que data de 2020

Estas publicaciones sociales aprovechan la confusión generada el 8 de junio de 2020, cuando la líder técnica de la respuesta a la pandemia de la OMS, Maria Van Kerkhove, aseguró en una rueda de prensa que “es muy raro que las personas que no presenten síntomas de la enfermedad actúen como superpropagadores”. Ante la sorpresa de la comunidad científica y los comentarios que llamaban a la mesura ante la falta de información en ese momento, la misma organización aclaró al día siguiente en una transmisión en vivo que todo se había tratado de un malentendido.

La epidemióloga explicó que había “usado erróneamente la expresión ‘inusual’” para referirse, en realidad, a que hasta esa fecha solo existían “dos o tres” investigaciones científicas concluyentes sobre el tema. “Respondía a una pregunta en una conferencia de prensa, no estaba declarando una política de la OMS ni nada parecido”, dijo Kerkhove durante la conexión en redes sociales.

La entidad rectificó y, finalmente, declaró que los asintomáticos sí pueden contagiar la enfermedad. Por tanto, insistió en que la mejor manera para contrarrestar el virus es “seguir todas las medidas de distanciamiento físico” y el lavado frecuente de manos, además de las barreras físicas como las mascarillas o tapabocas.