El reconocido escritor francés Michel Houellebecq (La Reunión, 1958) considera que una sociedad o una civilización que legaliza la eutanasia "pierde todo el derecho al respeto".

"La agonía es un momento particularmente importante en la vida de un hombre porque le ofrece una última oportunidad (...) cualquier interrupción anticipada de la agonía es un acto francamente criminal", opina el literato en una columna publicada este martes en el diario Le Figaro.

Para el autor de "Sumisión" y de "Las partículas elementales", el enunciado de los motivos del proyecto de ley que se debatirá este jueves en la Asamblea Nacional francesa para otorgar el derecho a un final de vida libre y elegido es "cómico".

El escritor rechaza el discurso de aquellos que justifican una ley de eutanasia en Francia sobre la idea de que está "por detrás" de los demás países, como Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo.

Houellebecq, uno de los autores franceses más internacionales, con numerosos premios en literatura, sugiere que el sufrimiento moral "tiene sus encantos".

No obstante, considera que el sufrimiento físico "no es más que un infierno puro, desprovisto de interés o significado, del que no se puede extraer ninguna lección", para el que recomienda la morfina o la hipnosis.

"La vida podría haber sido descrita falsamente como una búsqueda de placer; es, con mucha más seguridad, una evitación del sufrimiento; y casi todo el mundo, ante una alternativa al sufrimiento insoportable y la muerte, elige la muerte", reflexiona.

El posicionamiento público de Houellebecq se enmarca en el debate actual sobre la eutanasia en la agenda política del país, después de que el Senado francés, que tiene mayoría conservadora, rechazara en marzo la iniciativa para legalizar la eutanasia y el suicidio asistido.

Sin embargo, existen otras propuestas legislativas, como la mencionada ley destinada a otorgar el derecho a un final de vida libre y elegido, que se debatirá este jueves en la cámara baja, con mayoría del partido del presidente, Emmanuel Macron.

Su primer artículo promete una "muerte rápida y sin dolor" vía la "asistencia médica", disponible para todo aquel "capaz" y "mayor" que se encuentre "en fase avanzada o terminal de una enfermedad grave e incurable (...) que le inflija un sufrimiento físico o psicológico que no pueda aliviar o que considere insoportable".

Francia, donde la eutanasia no es legal, reconoce desde 2016 el derecho a "dejar morir" mediante cuidados paliativos y la "sedación profunda y continua hasta la muerte.