La Asociación Española contra el Cáncer (AECC) considera prioritario medir el impacto de la covid-19 en los pacientes con esta patología y denuncia "la inequidad” existente en los programas de cribado de cáncer de colon.

Con motivo hoy del Día Mundial para la Prevención del Cáncer de Colon, la AECC recuerda que durante la primera ola de la pandemia se suspendieron todos los programas de cribado, “si bien se observa que la actividad se está retomando a diferentes ritmos, pero siempre con las máximas medidas de seguridad”. En un comunicado informa de que el porcentaje de población no invitada a participar en las pruebas de cribado de cáncer colorrectal en 2020 osciló entre el 30% y el 90% debido a la covid-19.

El cáncer es la primera causa de muerte prematura entre los 30 y los 69 años, franja en la que se incluye las personas en edad de riesgo de desarrollar un cáncer de colon. El objetivo de los cribados es reducir la morbilidad o mortalidad prematura asociada al cáncer de colon; la detección precoz disminuye la mortalidad a corto plazo entre un 30% y un 35%, lo que equivale en España a salvar unas 4.000 vidas. El cáncer de colon es el tumor de mayor incidencia en el país con 38.790 casos y es el segundo tipo de cáncer que más muertes causa al año en España, 15.778 en 2020.

Según la Asociación Española Contra el Cáncer, la paralización y ralentización de los programas de cribado están retrasando el diagnóstico de los cánceres de mama, colon y cérvix lo que aumenta las posibilidades de detectar la enfermedad en estadios avanzados.

En el Plan COVID-Cáncer, aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud el 24 de febrero, ya se contempla la necesidad, no solo de mantener los programas de cribado, sino de implementar otras doce medidas entre las que se encuentra analizar en profundidad el impacto real de la covid-19 en los pacientes con cáncer.

Los programas de cribado se incorporaron a la Cartera de Servicios del Sistema Nacional de Salud en el año 2013, aunque en algunas Comunidades Autónomas se llevaban desarrollando desde 2009. Su implantación ha sido desigual a lo largo de estos años generando “inequidades” en España, es decir, había personas que no podían acceder a un programa de cribado, y por lo tanto tenían menores posibilidades de detección precoz, solo por el hecho de vivir en una región u otra. Los últimos datos obtenidos antes de la pandemia son los proporcionados por la Red de Cribados de Cáncer del año 2017, donde solo el 44,5% de los casi 12 millones de personas en edad de riesgo (entre 50 y 69 años) estaban cubiertas por un programa de cribado de cáncer colorrectal. “El impacto de la pandemia no está medido y, tal y como se contempla en el Plan COVID-Cáncer, es necesario tener este análisis para conocer el escenario real en las distintas Comunidades Autónomas”, explica la nota. Defiende, por otro lado, que todas las personas de riesgo medio, es decir, entre 50 y 69 años, tienen derecho a participar en esta medida preventiva, que solo se garantizará cuando los programas de cribado poblacional alcancen una cobertura cercana al 100%.

El presidente de la AECC, Ramón Reyes, señala que “todas las personas deben tener las mismas oportunidades frente al cáncer y estas oportunidades comienzan por garantizar el derecho a participar en programas de cribado. De ahí que sea esencial que se mantengan los programas de cribado de cáncer de colon a pesar de la pandemia”. Para conseguir “el verdadero impacto positivo” de los programas de cribado es necesario alcanzar una participación de la población diana superior al 65%.

Según el Observatorio de la AECC, el cáncer de colon es el de mayor incidencia en España, por delante del de mama o próstata, con 38.790 casos diagnosticados en 2020, y junto con el de mama y cérvix, el cáncer de colon es uno de los tres que se puede detectar precozmente.