La estación meteorológica de la AEMET situada en el Observatorio del Ebro, en Roquetes (Tarragona), ha registrado a las 14 horas de este ueves una temperatura de 28,1ºC, la máxima más alta en un mes de enero en 117 años, desde 1904, cuando este observatorio empezó a recoger datos.

Según ha explicado a Efe el jefe de Predicción Meteorológica de la AEMET en Barcelona, Ramon Pascual, esta efeméride es todavía provisional porque, antes de introducir esta máxima en el banco nacional de datos meteorológicos, se someterá a un proceso de revisión, aunque "probablemente se dará por buena".

Pascual ha destacado que esta inusual temperatura para enero no sólo ha batido el récord del primer mes del año, sino que también es más alta que la medida hasta ahora en este observatorio en un mes de febrero.

La anterior marca de más calor en enero era dos grados más baja y fue registrada en 2007.

El meteorólogo de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha explicado que esta temperatura tan elevada se ha registrado porque la mínima también ha sido muy alta, de 17ºC, "por lo que se partía de una base alta", y ha confirmado que en otras poblaciones de la provincia de Tarragona hoy se habrán superado los 26ºC en pleno invierno.

Pascual ha reconocido que está siendo "un mes de enero muy contrastado", con temperaturas extremadamente frías que han dado paso a dos días de calor también inusual, aunque ha anunciado que las temperaturas se normalizarán para la época del año a partir del próximo sábado por la tarde.

Otras estaciones meteorológicas que han registrado temperaturas muy altas hoy han sido las de Reus (24,6ºC) o Tarragona ciudad (24,2ºC).

El meteorólogo José Ángel Núñez ha indicado este jueves en el blog de la AEMET que "es incuestionable" que las temperaturas están ascendiendo en las últimas décadas, "pero eso no significa que ya nunca vaya a hacer frío o que cada invierno vaya a ser más cálido que el anterior, de hecho se siguen produciendo algunos récords de días fríos, aunque mucho menos de lo que cabría esperar dentro de un clima estable".

Sin embargo, reconoce que las alteraciones climáticas que se están produciendo "son debidas a las actividades humanas, con la consiguiente alteración en la composición química de la atmósfera", y que "los récords de calor son muy superiores a lo que cabría esperar".

El Observatorio del Ebro es un Instituto de Investigación fundado en 1904 por la Compañía de Jesús para estudiar las relaciones Sol-Tierra, es uno de los más antiguos de España y destaca por sus estudios de las corrientes telúricas, la electricidad atmosférica, la actividad solar y geomagnética, la sismología y la ionosfera terrestre.

La continuidad y la fiabilidad de las observaciones durante más de cien años hacen que sus archivos de registros magnéticos, ionosféricos, sísmicos, meteorológicos y solares tengan un valor científico incalculable, como por ejemplo las series de datos sísmicos e ionosféricos, que son los más largos de España, algunos de ellos desde 1880.