Un equipo internacional de investigación liderado por la Humboldt-University (Alemania) y del que forma parte el biólogo Sergio Montagud, del Museu d'Història Natural de la Universitat de València (UV), ha proporcionado información sobre una nueva especie de chinche cavernícola, la Valenciolenda fadaforesta, que se ha encontrado en la Sierra Calderona (Valencia) y Les Rodanes de Vilamarxant.

Según un comunicado de la UV, un estudio liderado por la universidad alemana en el que han participado tanto la UV como el Ayuntamiento de Valencia ha realizado el primer registro de este animal que ha provocado el nacimiento de la familia Kinnaridae cavernícola "del Viejo Mundo", puesto que hasta el momento no había información sobre este tipo de especies.

"La singularidad de sus características obliga a establecer un nuevo género de hemípteros", ha asegurado el biólogo Sergio Montagut, que ha explicado que se trata de una especie hallada en cuevas valencianas y "relicto de una antigua fauna ya extinguida".

Según describe el artículo científico en el que se ha informado de esta nueva especie, la Valenciolenda fadaforesta es una criatura diminuta de morfología excepcional, con ausencia de ojos y ocelos, pigmentación pálida y alas vidriosas bordeadas de un ribete de pelos cerosos de color azul brillante en los machos, que evoca imágenes de un hada.

Por su similitud a las hadas y por su origen, el de las reservas naturales de la Sierra Calderona y Les Rodanes de Vilamarxant, los científicos han optado por el nombre de Valenciolenda fadaforesta, el hada de los bosques valencianos.

Como el resto de los hemípteros, los insectos de esta especie se alimentan de savia de las plantas y árboles que alcanzan gracias a su pico o estilete, pero en su caso la obtienen de las raíces que penetran hasta las cuevas.

"Se trata de una especie muy interesante", ha comentado Montagud, quien ha dicho que especialmente los machos exhiben ornamentaciones muy acusadas, que se han observado en otras especies cavernícolas y cuya función se desconoce, y ha añadido: "No creemos que puedan volar, pero son capaces de dar saltos considerables y pueden utilizar las alas para planear".

La propia inexistencia de representantes de esta familia en Europa continental refuerza el interés biogeográfico de este descubrimiento, puesto que Valenciolenda fadaforesta "desciende de una especie que en su día fue epígea, es decir, no subterránea, no como esta, que sí lo es, y que debió vivir en un ecosistema y entre una fauna completamente diferentes", ha explicado el biólogo.

"Aquellas condiciones cambiaron y los actuales representantes de la familia se distribuyen en zonas lejanas. Valenciolenda se adaptó al mundo subterráneo como superviviente de aquella fauna hoy desaparecida, al igual que hay otras especies de invertebrados relictos en cuevas valencianas que nos hablan de aquellos pasados extintos, como el coleóptero Ildobates neboti", ha concluido.