En un nuevo estudio, investigadores de la Universidad de Copenhague han demostrado que los pingüinos rey en la Antártida emiten a través de sus heces grandes cantidades de óxido nitroso, un gas anestésico que se ha utilizado durante más de 160 años para inducir la anestesia y mantener a los pacientes anestesiados durante la cirugía.

También es popularmente conocido como gas de la risa, que se ha convertido en los últimos años en una de las drogas lúdicas más conocidas.

Más de 1.600 kilómetros al este del Pasaje Drake entre América del Sur y la Antártida se encuentra la isla atlántica de Georgia del Sur. Aquí, los pingüinos rey viven en grandes colonias. Sus días los pasan masticando krill, calamares y peces, alimentando a sus polluelos y produciendo 'guano', excrementos con propiedades fertilizantes que liberan enormes cantidades de óxido nitroso, también conocido como gas hilarante.

"El guano de pingüino produce niveles significativamente altos de óxido nitroso alrededor de sus colonias. Las emisiones máximas son aproximadamente 100 veces más altas que en un campo danés recientemente fertilizado. Es realmente intenso, sobre todo porque el óxido nitroso es 300 veces más contaminante que el CO2", explica el profesor Bo Elberling, del Departamento de Geociencias y Gestión de Recursos Naturales de la Universidad de Copenhague.

Además de ser perjudical para el clima, el óxido nitroso tiene un efecto muy similar al gas de la risa. "Después de husmear en el guano por varias horas, uno se vuelve completamente loco. Uno comienza a sentirse enfermo y tiene dolor de cabeza", explica Elberling.

Los alimentos favoritos de los pingüinos son el pescado y el krill, que contienen grandes cantidades de nitrógeno absorbido por el fitoplancton en el océano. Una vez que los pingüinos han llenado sus vientres, se libera nitrógeno de sus heces al suelo. Las bacterias del suelo luego convierten la sustancia en óxido nitroso, un gas de efecto invernadero.

El conocimiento de cómo los excrementos de pingüinos afectan la Tierra y la atmósfera es muy relevante en la lucha contra los gases de efecto invernadero que dañan el clima. "Si bien las emisiones de óxido nitroso en este caso no son suficientes para impactar el presupuesto energético global de la Tierra, nuestros hallazgos contribuyen a un nuevo conocimiento sobre cómo las colonias de pingüinos afectan el medio ambiente a su alrededor, lo cual es interesante porque las colonias generalmente se están generalizando cada vez más", dijo Elberling.

A juicio de este experto, el hallazgo del estudio debe ser considerado en la agricultura, donde los fertilizantes nitrogenados emiten grandes cantidades de óxido nitroso en los campos. La investigación se publica en 'Science of the Total Environment'.