Ser más de mañanas o de tardes, practicar al arte de madrugar o ser trasnochador... hay variables que pueden ser clave en muchas situaciones, en este caso a la hora de tener una vida sexual más que satisfactoria. Porque los ritmos de cada uno y los momentos del día son parte de la ecuación del buen sexo, según varios estudios científicos.

Así, investigadores de la Universidad de Varsovia, en un estudio publicado en 'Frontiers and Psychology', aseguran que "el cronotipo y el tiempo para el sexo son factores importantes que afectan la satisfacción sexual y de las relaciones en parejas heterosexuales", o lo que es lo mismo, la hora a la que se practique el acto es determinante para que la pareja en cuestión termine satisfecha y no siempre es la misma en el hombre que en la mujer.

En este sentido, los científicos llegaron a la conclusión de que el momento más común para tener sexo, según los encuestados por la noche, es el peor. Tras hacer un cuestionario a 91 personas, se dieron cuenta de que las parejas británicas practicaban el acto sexual entre las nueve de la noche y la una de la mañana, pero en contraposición, más del 40% de estas personas afirmaron no haberse sentido satisfechos tras el sexo.

Pero, ¿por qué por la noche no es el momento idóneo? Según el estudio, es el momento en el que el cuerpo intenta relajarse y todos los órganos hacen su trabajo preparándose para el día siguiente. Por lo tanto, científicamente, no se considera como la mejor opción erótica, puesto que requiere mucha energía y rendimiento.

Además, en el caso de las mujeres, tienden a estar más cansadas que los hombres en esas horas, por lo que el sexo matutino es la mejor elección. Mientras descansa, el cuerpo produce hormonas vitales, así que por la mañana los niveles de testosterona y otras hormonas sexuales se encuentran en lo más alto, lo que equivale a una mayor satisfacción.

La hora perfecta

En cuanto a horas concretas, otro estudio elaborado por Paul Kelly, un investigador clínico del Instituto de Neurociencia Circadiana y del Sueño de la Universidad de Oxford, determina que dependiendo del ciclo vital, es decir, de la edad, los ritmos cricadianos cambian y por lo tanto también el mejor momento horario para mantener relaciones.

En el caso de los jóvenes que están en la veintena, la líbido puede dispararse a cualquier hora del día, aunque sus niveles de energía aumentan después de comer, a la hora de la siesta, por lo que las tres de la tarde es el momento perfecto para el sexo. Por otro lado, los que ya han llegado a los treinta deberían tener sus momentos de pasión sobre las ocho de la mañana. Según Kelley, la luz solar eleva los niveles de testosterona tanto en hombres como en mujeres por medio de la estimulación del hipotálamo.

Por su parte, según el científico, los adultos en edad madura deberían practicar el sexo sobre las diez de la noche, ya que estimula la liberación de oxitocina, la hormona del amor que puede promover a un mejor descanso.