El 89 por ciento de los cuidadores en España son mujeres de mediana edad, según datos de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, (SEGG), con motivo del Día Mundial del Cuidador, que se celebra este lunes 5 de noviembre.

En este contexto, la directora de International Medical Institute de Vithas Internacional, Cecilia Almuiña, ha resaltado que convertirse en cuidador supone un "impacto emocional fuerte". "Entran en juego diversos factores, como el nivel de parentesco, la relación previa entre el cuidador y la persona cuidada, la aceptación del nuevo rol, pero muchas veces la persona que cuida no está preparada para asumir el esfuerzo que supone esta nueva situación, produciéndose sentimientos encontrados", ha asegurado.

Según la doctora, los problemas más frecuentes a los que se enfrentan los cuidadores es "la sobrecarga, la falta de tiempo para mantener la vida personal, las repercusiones laborales y económicas y la falta de reconocimiento social". En este sentido, reivindica la labor del médico de familia como "esencial" a la hora de valorar la situación personal del cuidador en cada caso particular.

"Es habitual que manifiesten pérdida de energía, apatía, angustia, nerviosismo, depresión, trastornos de sueño y, a nivel físico, molestias digestivas, cefaleas, palpitaciones. Algunos cuidadores pueden incluso no admitir la existencia de síntomas físicos o psicológicos o justificarlos mediante otras causas ajenas al cuidado. Por ello, es necesario realizar un seguimiento cercano, para evitar un deterioro de su salud y potenciar el autocuidado", ha concluido Almuiña.