Como en ediciones anteriores, la plaza de Viriato se ha convertido en epicentro de la zona de restauración dentro de este Festival de Música Medieval, Renacentista y Barroca. Los tradicionales pulpeiros están presentes en el entorno, así como los asados de todo tipo de carnes. Frente al palacio de los Condes de Alba y Aliste se pueden degustar también crepes, tanto dulces como salados, e igualmente hay puestos de chucherías distribuidos en diferentes zonas tanto de Viriato como de la calle de Ramos Carrión y la propia entrada a la Plaza Mayor. El mercado, en definitiva, se torna musical, pero también artesano, de oficios y eminentemente gastronómico.