Olga Fernández Pérez tenía 18 años cuando le propusieron representar a Cangas, su villa natal, en el concurso de belleza de Miss Pontevedra. Acababa de terminar Bachillerato y nunca se había planteado ser modelo, pero la inesperada victoria en aquel certamen la llevó, casi sin darse cuenta, a ser elegida Miss España en 1975.

-¿Cómo se convirtió en Miss España?

-Tengo que hacer un poco de memoria porque pasó hace mucho tiempo (risas). Yo nunca había pensado en presentarme a ningún concurso de este tipo, pero necesitaban a una representante de Cangas para el concurso de Miss Pontevedra y me lo pidieron, así que fui simplemente por pasar el día. Una vez que salí elegida en ese concurso ya me metí en la rueda, digámoslo así, porque tuve que ir al siguiente de Miss Galicia y luego ya a Miss España.

-No trabajaba como modelo, ¿le sorprendió ganar?

-Sí, mucho. La verdad es que contaba con ganar el título de Miss Fotogenia, que daban los periodistas, pero cuando nombraron a otra y no a mí me dije: "pues ya nada". (risas) Fue toda una sorpresa.

-¿Cómo lo recuerda?

-Los recuerdos son muy bonitos y especiales porque es una experiencia única. El concurso suele durar una semana y todos los días tienes reuniones con el jurado y te hacen preguntas de todo tipo, culturales, de política, de tus aficiones... Pero no son las típicas preguntas que se ven a veces en los concursos americanos de qué es lo que deseas para el mundo y que si la paz mundial y más amor y todas esas cosas. Nada que ver.

-¿Le abrió muchas puertas ser Miss España?

-En aquella época realmente sí, porque eras una, y ahora son un montón. Ahora ha cambiado muchísimo todo, pero en aquel momento la chica que ganaba el concurso tenía mucha repercusión mediática, la invitaban a programas de televisión, a eventos y tenía trabajo para no parar.

-Su victoria coincidió con la época del "destape" en España.

-Sí, precisamente yo no llegué a hacer nada de cine porque todas las propuestas que tuve iban en ese sentido. Nunca me había planteado meterme en ese mundo, así que como para empezar de esa manera... Así que no, nada más lejos. Sí que trabajé durante mucho tiempo como modelo, tanto de pasarela como de fotografía, y viajé muchísimo, pero cine y esas cosas no.

-Usted tenía apenas 18 años, ¿la familia le apoyó?

-A mis padres no les hizo mucha gracia, la verdad, pero como lo de ir a Miss Pontevedra fue algo tan inesperado y luego gané, pues ya tocaba ir al siguiente.

-Tras ganar, el reto siguiente fue Miss Mundo, ¿cómo fue?

-Sí, estuve diez días en Londres. Fue un certamen muy famoso y conocido porque me coincidió con la muerte de Franco. Justo el último día, el de la elección, que ya llevábamos allí diez días, se murió Franco y a mí me obligaron a retirarme del concurso ese día por luto nacional. Me dijeron: "No puedes presentarte, para casa". Durante muchísimo tiempo, incluso ahora de vez en cuando cuando se recuerda la fecha del 20 de noviembre de 1975, se mencionan entre los hechos curiosos que la Miss España se retiró del concurso por esto. Me dio mucha pena porque la verdad es que estaba "bien posicionada", por decirlo así, entre comillas. Y fue una faena porque fue algo obligatorio, aunque después las entrevistas en la tele lo querían poner como que había sido iniciativa mía, pero para nada, vaya.

-Ese certamen le permitió viajar por todo el mundo.

-Sí, fue una suerte porque tenía 18 años y tuve la oportunidad de viajar por medio mundo y conocer a tanta gente, tantas cosas... Tengo recuerdos especiales de Venezuela porque fue uno de los primeros países que visité para representar a España en el Día de la Hispanidad y fue muy bonito. También estuve en Hong Kong y me pareció muy especial. Todos los viajes fueron maravillosos.

-¿Miss España marcó su carrera profesional?

-No, porque yo tenía pensado continuar los estudios, y aunque estuve casi tres años trabajando luego los retomé. Pretendía otra cosa, pero al final hice Magisterio y después Historia, aunque no me dediqué a nada de todo eso porque monté una agencia de publicidad en la que estuve 25 años. Luego, hace unos años, monté una empresa de diseño de joyería hecha a mano pero lo dejé porque ya estoy en una edad casi de prejubilación y no vivo aquí, sino en Madrid, y me resultaba complicado seguir con la empresa desde aquí.

-¿Se ha desvinculado de Galicia?

-Vivo en Madrid porque tengo a mi familia allí. Mis hijos se fueron a estudiar y ya se quedaron, por lo que mi vida está más allí que aquí. Pero paso los veranos en Sanxenxo, eso sí que no lo perdono.

-¿Han cambiado mucho los concursos de belleza desde entonces hasta ahora?

-No creo que hubiesen cambiado mucho. El sistema es el mismo de elegir por pueblos, ciudades, regiones y los mismos desfiles en traje regional, traje de baño y de calle. Leí el otro día que Juncal Rivero, que también fue Miss España, se hacía cargo ahora de la organización de este certamen, que en los últimos años estaba un poco desaparecido, y creo que esta chica quiere volver a hacerlo como era antes. Me alegro de ello porque lo he vivido y le tengo cariño.