Un estudio dirigido por el Centro Superior de Investigaciones Científica (CSIC) ha descubierto que el anisakis contiene alérgenos alimentarios de otros seres vivos además de los suyos, toda un 'bomba' que podría explicar los casos de sensibilización y reacción cruzada que genera el parásito.

El estudio, publicado en la revista BMC Genomics, ha analizado dos de las tres especies de anisakis que son responsables de la infección y que hace que los pacientes que lo padecen sufran náuseas, dolor abdominal, diarreas y procesos alérgicos muy severos, explica el CSIC en una nota.

Alérgenos de otros 121 seres vivios

Alérgenos de otros 121 seres viviosDe los 509 alérgenos de origen alimentario registrados hasta el momento, -procedentes de animales o plantas- los investigadores del CSIC han encontrado, en las dos especies analizadas, las secuencias de proteínas correspondientes a 121 alérgenos de otros seres vivos.

Esto “podría explicar” los casos de sensibilización o reacción hacia otras alergias que sufren los pacientes infectados por el parasito, y los casos de personas que estando tratadas para otras alergias manifiestan síntomas similares cuando son infectados por anisakis.

Todo indica que estos parásitos son una bomba alergénica”, añade Navas.

Esta investigación permitirá “afinar mucho más en el seguimiento de la enfermedad”, así como saber qué especies de Anisakis “han provocado la reacción y el potencial alergénico de estas”, concluye el investigador.

La anisakiasis tiene una incidencia notable en la población española y es objeto de gran interés y preocupación tanto en sectores sanitarios como económicos, principalmente en actividades relacionadas con la pesca y la gastronomía.

Aunque el pescado infectado con las larvas de este nematodo se congela para matar al parásito, las personas sensibilizadas al anisakis pueden mostrar síntomas a pesar de que se haya llevado a cabo una correcta congelación.