España ha registrado en 2017 un total de 391.930 nacimientos, el número más bajo desde el año 1996, mientras que la tasa de natalidad se sitúa en 8,4 nacimientos por cada mil habitantes y es la más reducida de toda la serie histórica, que se remonta a 1976.

Así lo reflejan los datos de la encuesta sobre "Movimiento Natural de la Población" que hoy publica el Instituto Nacional de Estadística (INE), y que ponen de manifiesto, asimismo, la pérdida de población registrada en España durante el año pasado, con un saldo vegetativo negativo (la diferencia entre nacimientos y muertes) de 31.245 personas.

Según datos provisionales, el año pasado nacieron en España 391.930 niños, lo que supone un descenso del 4,5 % respecto al año anterior (18.653 nacimientos menos) y, desde 2008, año en que nacieron 519.779 niños y que fue el máximo en 30 años, el número de nacimientos se ha reducido un 24,6 %.

También ha descendido levemente el número de hijos por mujer, que se sitúa en 1,31 frente al 1,34 de 2016, mientras que la edad media a la hora de tener un hijo ha ascendido hasta los 32,1 años y es la más alta de toda la serie histórica.

Además, el número de mujeres entre 15 y 49 años (en edad de ser madres) se ha reducido hasta los 10,57 millones en 2017, de forma que continúa la tendencia a la baja iniciada en 2009 que se debe a que ese rango de edades está formado por generaciones menos numerosas nacidas durante la crisis de natalidad de los 80 y primera mitad de los 90.

De los 391.930 nacimientos que se produjeron el año pasado en España, el 19,3 % del total (75.564) fueron de madre extranjera, frente al 18,5 % de 2016 y el número medio de hijos por mujer se redujo tres centésimas entre las madres españolas, hasta 1,25, y dos centésimas entre las madres extranjeras, hasta 1,70.

Así, de media las madres españolas tuvieron sus hijos tres años más tarde que las extranjeras y la edad media a la maternidad de las españolas volvió a retrasarse una décima, hasta situarse en 32,6 años, mientras que la de las extranjeras también subió una décima, hasta los 29,7 años.

Por su parte, durante 2017 fallecieron en España 423.643 personas, un 3,2 % más que en el año anterior, y la tasa de mortalidad se situó en 9,1 defunciones por cada mil habitantes, frente a 8,8 del año 2016.

Esto implica que durante el pasado año el país perdió población, en concreto 31.245 personas (la diferencia entre nacimientos de madre residente en España y defunciones de residentes en el país), algo que ocurrió por primera vez en 2015, cuando se registró un saldo negativo de 1.976 personas, pero que previamente nunca había pasado.

En cuanto a la tasa de mortalidad infantil, ésta fue de 2,75 defunciones por cada mil nacidos vivos (423.643 fallecidos) y se mantiene por debajo del umbral del 3,0 por mil desde 2013 aunque aumenta ligeramente con respeto a 2016, cuando se situó en 2,68.

La esperanza de vida al nacer se mantuvo en 83,1 años (al igual que en 2016) y, por sexo, en los hombres alcanzó los 80,4 años y en las mujeres los 85,7.

De acuerdo a las condiciones de mortalidad del momento, una persona que alcanzara los 65 años en 2017 esperaría vivir, de media, 19,1 años más si es hombre y 23 más si es mujer.

Esta encuesta sobre el Movimiento Natural de la Población refleja también el número de matrimonios contraídos en España, que en 2017 se redujeron un 2,2 %, hasta los 171.454, lo que supone una tasa de 3,6 matrimonio por cada mil habitantes.

La edad media a la que una pareja contrae matrimonio va en aumento y alcanzó los 37,8 años para los hombres y los 35 años para las mujeres.

En el 17 % de los matrimonios celebrados con cónyuges de distinto sexo, al menos uno de ellos era extranjero (en 2016 eran el 15,3 %) y el 2,7 % del total de matrimonios registrados en 2017 correspondieron a parejas del mismo sexo (4.606 matrimonios).