Del Cabildo, los reyes pasaron a la Catedral de San Luis, ubicada también en la Jackson Square, que en su día fue la Plaza de Armas. Es la más antigua de las catedrales católicas de Estados Unidos que ha permanecido abierta al culto y en la que en su interior luce la bandera española junto a la de otros países que gobernaron Nueva Orleans. Concluida la visita al templo, los reyes volvieron a saludar a la gente congregada en la plaza para agradecerles el cariño mostrado. El rey Felipe VI ha llamado a difundir el poco conocido legado español en el Estado de Luisiana y en la ciudad de Nueva Orleans, una herencia fruto de una época en la que ese territorio era español y que contribuyó a que la ciudad fuese "integradora y mestiza".