El Tribunal Constitucional (TC) ha rechazado admitir el recurso de amparo presentado por Juana Rivas para que se suspendiera la sentencia que ordenaba entregar a sus hijos a su marido y ha alegado "extemporaneidad" en la presentación de la demanda de la mujer al haberse presentado fuera de plazo.

Juana Rivas sigue ilocalizable desde que hace varias semanas incumpliera la orden de entregar a sus hijos al padre, con residencia en Italia, y sobre ella pesa una orden de detención.

Juana Rivas debería haber presentado el recurso en un plazo de 30 días, período recogido por la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional (LOTC), según explica en su resolución la Sección de vacaciones del alto tribunal.

Sin embargo, fue el pasado 10 de agosto cuando esta vecina natural de Maracena (Granada) recurrió la sentencia que le obligaba a entregar a sus hijos a su padre y que fue dictada por la Audiencia de Granada el pasado 21 de abril y notificada cinco días más tarde.

El plazo para la interposición del recurso ha vencido como consecuencia de toda la actuación procesal que ha llevado a cabo Rivas, quien ha presentado diferentes recursos ante diferentes instancias durante este tiempo, según la providencia del TC.

Rivas, recuerda el tribunal, presentó un recurso extraordinario por infracción procesal ante el Tribunal Supremo, algo que es "manifiestamente improcedente" porque, según la jurisprudencia, debía haber presentado un recurso de "interés casacional".

En lugar de corregir la vía por la cual acudir al Supremo, los representantes legales de Rivas anunciaron que presentarían un recurso de queja ante el Tribunal Supremo el 15 de junio de 2017, pero dos meses después, el 1 de agosto, presentaron un nuevo escrito en el que desestimaban dicho recurso y renunciaban a la formalización del mismo.

Además de esos recursos, Juana presentó dos más al Tribunal Constitucional. El primero, del 31 de julio, fue desestimado por el alto tribunal por no haber agotado la vía judicial previa y el segundo, del 8 de agosto, es el que ahora inadmiten los magistrados por comprobar que está fuera de plazo.

Rivas pretendía que el Constitucional acordara la suspensión cautelar de la sentencia que la condena a entregar a sus dos hijos, de tres y once años, al padre, Francesco Arcuri, que en 2009 fue condenado a tres meses de cárcel por maltrato.

Ayer mismo, se conoció una carta de Rivas en la que consideraba que no es un rapto huir para proteger a los menores y en la que narraba la "pesadilla de terror" que vive con ellos.

"Soy esa Juana Rivas Gómez a la que tanta gente está juzgando", comenzaba la misiva, en la que contaba que afronta junto a sus hijos una "auténtica pesadilla de terror".

Críticas al Constitucional

Almudena Mendoza, abogada que ha representado a Juana Rivas ante el Constitucional, ha dicho hoy que la decisión del alto tribunal de rechazar el recurso de amparo de la madre obligada a entregar a sus hijos a su padre es "absolutamente incongruente" y que no ha entrado a valorar el fondo de esta causa.

A juicio del despacho que representa a Juana Rivas, dicha resolución entra en contradicción con la primera decisión del TC, que entendió que se debía de remitir a la Audiencia de Granada para ver si había transcurrido dicho plazo.

Por su parte, Adolfo Alonso, el abogado de Francesco Arcuri, la expareja de Juana Rivas, ha lamentado el sufrimiento "innecesario" y el "ataque" al Estado de Derecho que supuso el recurso de amparo que ha desestimado el Tribunal Constitucional y confía en que este nuevo pronunciamiento la haga aparecer.

En declaraciones a Efe, el letrado de la expareja de Rivas ha rehusado opinar sobre el fondo del pronunciamiento del Tribunal Constitucional (TC), que ha rechazado hoy admitir el recurso de amparo de Juana Rivas, pero sí ha lamentado el "sufrimiento innecesario" y el "intento de ataque al Estado de derecho" que interpreta ha protagonizado esta vecina de Maracena (Granada).

Alonso ha criticado que el recurso de amparo ahora denegado por el Constitucional se haya presentado desde una "mal entendida óptica de violencia de género" y ha añadido el daño que la madre ha generado a sus hijos.

Alonso ha apuntado su satisfacción como letrado al ver que los jueces "han aguantado la presión" y su orgullo por haber cumplido con el juramento que hizo como abogado, ha dicho sentirse orgulloso de su profesión y de su procuradora, Paula Aranda, oficio que ha halagado, a lo que ha sumado que con el pronunciamiento del TC "nadie ha ganado".