La sonda Rosetta apagó este miércoles los sistemas eléctricos utilizados para comunicarse con el módulo Philae, que hizo historia en noviembre de 2014 al posarse sobre un cometa, e inició así los preparativos para concluir su misión el próximo 30 de septiembre.

La Agencia Espacial Europea (ESA) preparó la desconexión para las 11.00 horas (09.00 GMT), con Rosetta situada a unos 520 kilómetros del sol y después de que Philae no haya enviado ninguna señal desde el 9 de julio de 2015.

Esa distancia del sol implica una progresiva pérdida de energía, por lo que los científicos decidieron apagar los componentes "no esenciales" de la sonda para poder continuar en los próximos dos meses con las operaciones científicas que todavía están en marcha.

Aunque Rosetta ha llegado a acercarse a menos de diez kilómetros de la superficie del cometa, no ha recibido ninguna comunicación de Philae desde el pasado verano.

A principios de año, explica la ESA, se consideró que Philae había entrado en un estado de hibernación definitivo, pero aún así se decidió mantener encendidos los sistemas eléctricos de comunicación de Rosetta.

La misión acabará el 30 de septiembre con un descenso controlado sobre la superficie del cometa, el 67P Churyumov-Gerasimenko.

Se trata de un final programado ante la falta de energía que alimenta la sonda y sus instrumentos y el propio envejecimiento de la nave, "que han soportado un entorno muy adverso durante más de doce años", según explicó la ESA al anunciar la fecha en la que se dará por terminada la misión.

Rosetta, la primera sonda diseñada para orbitar y aterrizar sobre un cometa, fue lanzada al espacio en 2004 para estudiar sobre el terreno esos astros considerados como cápsulas del tiempo de los orígenes del sistema solar.

Tras separarse de Rosetta, el módulo Philae se posó el 12 de noviembre de 2014 sobre el cometa; fue un aterrizaje accidentado, pero pronto comenzó a transmitir información científica sobre las condiciones de su superficie y su composición.

Las comunicaciones entre la sonda y el módulo fueron cada vez más espaciadas hasta interrumpirse el pasado verano.

Ahora Rosetta debe encaminarse también hacia el cometa y los científicos de la ESA esperan que en su descenso pueda realizar mediciones únicas y enviar imágenes de alta resolución que completarán la misión.

Las cuentas de Twitter de Rosetta y Philae, gestionadas desde la ESA y desde el Centro Aeroespacial Alemán (DLR), difundieron hoy mensajes y fotos de despedida procedentes de todos los rincones del mundo con la etiqueta "GoodbyePhilae".