La paciencia es una gran virtud y parece que en astronomía debe serlo aún más, acorde a un reciente estudio llevado a cabo por dos investigadores de la Universidad de Cornell -Estados Unidos-. Al parecer, la humanidad tendrá que esperar como mínimo 1.500 años para poder recibir alguna respuesta extraterrestre, es decir, para poder comunicarse con algún tipo de vida más allá del Sistema Solar. La pregunta es, ¿a qué se debe todo este tiempo?

El hombre envía señales a los extraterrestres desde hace 80 años

Apenas han pasado unos 80 años desde que el hombre decidiera empezar con la arriesgada aventura de comunicarse con vida extraterrestre. Hasta el momento, ningún atisbo de via inteligente se ha puesto en contacto con La Tierra.

Pues bien, los astrónomos Evan Solomonides y Yervant Terzian han querido analizar esta cuestión y los resultados de su investigación no han dejado indiferente a nadie. Al parecer, estas ondas de comunicación habrían llegado ya -en el mejor de los casos- a unas 8.500 estrellas y cerca de 3.500 exoplanetas -de características similares a La Tierra-. Sin embargo, aunque los datos puedan verse como algo positivo esto supone una ínfima parte de la Vía Láctea que está compuesta por unas 200 millones de estrellas. Esto significaría que la Humanidad apenas se habría acercado a conocer el 1% de su entorno más cercano.

Para poder llegar a estar en contacto con vida inteligente se cree que habría que llegar a conocer al menos la mitad de la Vía Láctea algo que puede que no ocurra hasta dentro de 1.500 años. El estudio considera que la 'comunicación' podría llegar antes, pero sería sólo cuestión de suerte.

La Paradoja de Fermi y el Principio de Mediocridad

Todo encaja si se tienen en cuenta estas dos reglas de la astronomía. La Paradoja de Fermi, enunciada en 1950, hace referencia a discordancia que existe entre las teorías que hablan de la probabilidad -muy alta- de que existan civilizaciones inteligentes y el hecho de que aún no se hayan encontrado. A su vez, el Principio de Mediocridad establece que La Tierra no es ningún lugar excepcional ni centro de nada, por lo que la vida más allá de la misma es una realidad muy probable.

Los autores de este nuevo estudio explican que estas contradicciones tienen que ver con la posición de La Tierra, que, al parecer, se encuentra en las 'afueras' de la Vía Láctea. Por este motivo, aunque lo más seguro es que exista vida más allá, se tardará mucho en encontrarla.