El fenómeno del momento y los dos grandes eventos internacionales de las socialités del mes de mayo han chocado. Los "democráticos", populares y masivos selfis casan mal con los ambientes glamourosos y elitistas. Y también con las exclusivas. El festival de Cannes y la gala del MET no quieren autofotos. Van a tener que luchar no solo contra el público que se agolpa en los alrededores de las alfombras rojas sino con las propias estrellas que tienen en las redes sociales su propia plataforma de popularidad. ¿Será como intentar ponerle puertas al campo?

Los organizadores de la gala del Metropolitan Museum en Nueva York „que tendrá lugar la próxima semana„ han decidido poner coto a las fotos hechas con el móvil. Según publicó ayer el New York Post, la organizadora de la gala del MET, la todopoderosa editora Anna Wintour (edición estadounidense de Vogue) de acuerdo con el museo ha decidido impedir que los famosos tomen sus propias fotografías y vídeos para las redes sociales, que se ha convertido para ellos en un potente escaparate de promoción. Y de cotización: la capacidad de influencia en Twitter, Facebook, Instagram, Youtube, etc, añade ceros al caché de los artistas como "producto" publicitario o promocional.

"El uso de móviles para fotos y redes sociales no estará permitido dentro de la gala", han advertido los promotores en un mensaje enviado a todos los invitados. La prensa especula con la posibilidad de que esta medida se deba al interés de la revista por controlar todas las imágenes en el interior de la fiesta (están preparando un documental sobre la historia del evento). La organización lo desmiente y justifica la restricción por la seguridad y tranquilidad de los invitados.

Unos días antes, Thierry Fremaux, director artístico del Festival de Cannes, adelantó su intención de poner coto a las autofotos para proteger la identidad del certamen cinematográfico, uno de los más importantes y prestigiosos del mundo. "Estamos pensando en prohibir las selfies en la alfombra roja de Cannes... ¿qué es eso de hacer autofotos? Es mejor llevar el recuerdo de ese momento en la cabeza", dijo Fremaux en una recinte entrevista con la agencia Télam. Después matizó que no se trataba de prohibir o imponer, pero sí al menos "recomendar" a las estrellas que se dejen el móvil en casa.

Los responsables del festival creen que debe preservar el glamour e incluso unas gotas de misterio. "Cannes se mantiene al tope de los eventos culturales del mundo y en ese sentido debemos protegerlo, Cannes está al servicio de las películas y sus autores", recuerdan. También apelan a razones de índole estética. No favorece al ritual del paseo por la alfombra roja delante del Palais des Festivals el disparo continuo de instantáneas desde los smartphones. A juicio de Thierry Frémaux se trata de una costumbre "extremadamente ridícula y grotesca". Además, pensando en los actores y actrices que viven de su imagen, advierte: "Nunca sales tan feo como en un selfie".

Museos, festivales y estadios de fútbol de todo el mundo ya han establecido normas para impedir el uso del "paloselfi". La Casa Blanca llegó a plantearse el año pasado „aunque finalmente desistió„ prohibir los selfis a Obama, preocupada por el uso comercial que se hace de la imagen del presidente, después de que una aparentemente inocente foto del mandatario con el beisbolista dominicano David "Big Papi" Ortiz fuese aprovechada por Samsung para promocionar un teléfono. Algunas universidades norteamericanas también tratan de eliminar esta práctica en sus actos de graduación.

En las bodas de famosos u otros acontecimientos con exclusiva de por medio que salvaguardar, también en España, ya no es raro que se pida a los invitados que no usen las cámaras de sus móviles o incluso que las depositen a la entrada y se instalen inhibidores de frecuencia. Todo para impedir que algún invitado "reviente" vía wasap o redes sociales el reportaje reservado, previo pago, a una determinada revista, como le ocurrió, sin ir más lejos, al torero Francisco Rivera el día de su enlace con la abogada Lourdes Montes.