Jo Gilchrist es una joven de 27 años que tras realizar un gesto habitual, como es aplicarse maquillaje con la brocha de una amiga, se ha quedado en silla de ruedas.

La mujer no dudó en utilizar la brocha de maquillaje de su conocida, como ya había hecho en ocasiones anteriores. El problema radicó en que esta vez la brocha estaba infectada con estafilococos. La potente bacteria se instaló en la columna vertebral de Gilchrist y la inmovilizó de cintura para abajo.

La joven comenzó con fuertes dolores de espalda y perdiendo la sensibilidad de sus extremidades inferiores. Además, perdió el control de sus vías urinarias e intestinales.

Los médicos luchan ahora para devolver la movilidad a esta joven aplicándole medicamentos que actúen contra la potente bacteria.