La medallista olímpica Gemma Mengual y la actriz Elena Anaya viajarán este miércoles al círculo polar ártico en una expedición de Greenpeace para ayudar a salvar la "última barrera de hielo" del planeta en un momento histórico: la ONU debatirá en junio sobre la creación de un Santuario en este desprotegido océano.

En rueda de prensa, Mengual y Anaya han coincidido en su deseo de aportar su grano de arena a esta causa y difundir la situación del Ártico: en los últimos 30 años ha perdido el 75 % del volumen de hielo y se calienta dos veces más rápido que la media anual.

Según la protagonista de "La piel que habito", uno de los datos que más le impresionaron fue descubrir que el océano ártico es el más desprotegido del mundo por los convenios internacionales, solo el 1,8 % frente al 8 % de la Antártida o el 4,5 % del Mediterráneo.

"Es imprescindible", ha recalcado a su vez Gemma Mengual, declarar el Santuario Ártico, una zona de alta protección en sus aguas internacionales que cubre 2,8 millones de kilómetros cuadrados -la mitad del tamaño del Mediterráneo, que supone solo una mínima parte de los 14 millones de kilómetros de la totalidad del océano-.

"El futuro está aquí y hay que pensar en lo que vamos a dejar a nuestros hijos, una de mis mayores motivaciones para unirme a esta lucha", ha añadido la ex nadadora de sincronizada.

Junto a otras cuatro mujeres, Mengual y Anaya integrarán la expedición "Mujeres por el Ártico" de Greenpeace, que partirá mañana de Madrid con rumbo al lago helado de Inari (Finlandia), situado a menos de 300 kilómetros cuadrados del círculo polar ártico.

Durante una semana, una científica, una pastora de renos, una periodista, una cantante tradicional indígena, Mengual y Anaya recorrerán en trineo de renos esta zona para conocer el ecosistema y las comunidades indígenas que dependen del mismo.

El hecho de que sean todas mujeres obedece que Greenpeace quería "reflejar también la parte femenina del movimiento ecologista", ha explicado Pilar Marcos, de la campaña ártica de la ONG conservacionista.

Durante la rueda de prensa, Marcos ha explicado que activistas de Greenpeace escalaron horas atrás una plataforma petrolífera que Shell transporta rumbo al círculo polar ártico con la intención de realizar nuevas perforaciones en Alaska.

"El Ártico nos debe importar porque es vital para regular el clima del planeta", ya que entre otras funciones actúa como una bomba de aire acondicionado, ha resaltado Elvira Jiménez, de la campaña de océanos de Greenpeace, quien además ha presentado en la rueda de prensa el informe "Ártico, el océano más desprotegido del planeta".

"Salvar el Ártico no es solo salvar la flora y fauna y a los cuatro millones de habitantes que dependen de él, sino salvar el clima", ha insistido Jiménez, que se ha mostrado esperanzada en que en junio próximo se logre la declaración del santuario, una iniciativa respaldada por siete millones de firmas (300.000 de ellas de España).

En 2014, la organización conservacionista WWF presentó al Convenio OSPAR -dependiente de la ONU- una propuesta de áreas protegida que de ser aprobada en junio supondría la protección del 8,3 % del Santuario Ártico que propone Greenpeace.

En caso de crearse, se convertiría en la décima área marina protegida más grande del mundo, por detrás de la Gran Barrera de Coral de Australia.

Según han explicado Jiménez y Marcos, este amparo legal supondría la prohibición de la pesca y de la exploración y extracción de combustibles fósiles, dos de sus mayores amenazas junto al cambio climático en esta zona del mundo.

A medida que se produce el deshielo, la industria del gas, del petróleo y de la pesca ven en las aguas árticas nuevas rutas y zonas de explotación.

En junio, los países firmantes de OSPAR debatirán un plan de acción, que incluye el compromiso de proteger casi el 10 % del Santuario Ártico.

La propuesta, que avalan tanto la Unión Europea como España, ha empezado a hallar algunas presiones por parte de países como Noruega e Islandia, que defienden los intereses de grandes empresas del sector energético, ha dicho Marcos.

Sin embargo, "la hoja de ruta está trazada y no creemos que se vayan a producir cambios sustanciales" en la reunión.