Benedicto XVI beatificó ayer en Birmingham, en el centro de Inglaterra, al cardenal británico John Henry Newman (1801-1890), considerado uno de los «padres espirituales» del concilio Vaticano II, un reconocido intelectual, que ha influido en la formación del Papa Ratzinger.

Ésta ha sido la primera beatificación dirigida personalmente por Benedicto XVI, que tras llegar al pontificado retomó la tradición de los papas de no presidir estas ceremonias, teniendo en cuenta que la beatificación autoriza el culto local, donde nació y ejerció el beato, mientras que la canonización lleva al culto universal, de ahí que sea una prerrogativa del Papa.

La ceremonia se celebró en Cofton Park, en las afueras de Birmingham, cerca de la casa de uno de los oratorios de San Felipe Neri en Inglaterra (Gran Bretaña), fundados por el cardenal, donde se encuentran sus restos.

El Papa lo proclamó beato en presencia de unas 70.000 personas, llegadas de toda Gran Bretaña, en una mañana lluviosa y desapacible.

Tras ser proclamado beato se descubrió una foto tamaño gigante del nuevo beato colocada en el altar mayor, mientras los miles de presentes aplaudía. A la proclamación asistió el ex juez y diácono estadounidense Jack Sullivan, de 71 años, que sanó de forma inexplicable para la ciencia de una enfermedad incurable de médula espinal tras rezar a Newman. El Vaticano reconoció la curación como el milagro que ha elevado al purpurado a los altares y al culto local.

Ratzinger hizo mención al 70.º aniversario de la Batalla de Inglaterra, calificó el nazismo de «ideología demoniaca» y recordó «con horror y vergüenza» el «estremecedor número de muertos y destrucción» de la guerra.

La visita del Papa al Reino Unido acabó anoche sin haberse liberado de la polémica que lo acompañó desde su anuncio hace meses, en un país donde la contestación llega desde las mismas filas católicas. Una mayoría de los católicos británicos rechaza la ortodoxia vaticana en temas como el aborto o la contracepción artificial. Según una encuesta publicada ayer en el dominical del «Independent», siete de cada diez católicos creen que es a la mujer a quien compete decidir si desea abortar o no.

Un 90% de los encuestados dijo apoyar el aborto en caso de violación mientras que trece de catorce lo defienden también en los casos en que corre peligro la libertad de la mujer. Nueve de cada diez están a favor de la amplia disponibilidad de métodos anticonceptivos, indica también el sondeo, llevado a cabo con una muestra de más de 1.600 católicos practicantes del país.

Los resultados del sondeo envían, según el periódico, una «fuerte señal» al Papa de que la mayoría de los católicos de este país de religión mayoritaria anglicana no comparte sus puntos de vista.

Benedicto XVI tuvo en su última jornada británica un recuerdo para la religiosa María de la Purísima de la Cruz, que anteayer fue beatificada en Sevilla. «Que la beata María inspire a las jóvenes a seguir su ejemplo de amor a Dios y al prójimo», afirmó. La nueva beata nació en Madrid en 1926 y murió en Sevilla en 1998.