El obispo retirado holandés Jo Gijsen ha sido denunciado por presuntos abusos sexuales por un ex seminarista, quien afirma que el clérigo le miraba a escondidas mientras se masturbaba en su habitación. Así lo publicó ayer el diario vespertino «NRC Handelsblad», que asegura que el obispo jubilado, de 78 años, niega la acusación.

Gijsen, prelado de Roermond (este del país) entre 1972 y 1993, es el primer obispo denunciado en Holanda por presuntos abusos sexuales a menores. La víctima, un hombre de 64 años que tenía 13 cuando presuntamente ocurrieron los hechos, ha presentado la demanda en la oficina que la Iglesia Católica ha abierto en Holanda para registrar los casos de abusos sexuales por parte de religiosos.

Conocido por sus posturas conservadoras y por sus críticas a la homosexualidad, Gijsen dejó su cargo de oficialmente por razones de salud. «NRC Handelsblad», sin embargo, apunta a que la verdadera razón de su renuncia se derivaría del hecho de que el obispo conocía los abusos sexuales de otro cura del seminario ante los que no hizo nada como superior.

La Conferencia Episcopal de Holanda dio luz verde el pasado mayo a que se abriera una comisión, liderada por el político Wim Deetman, para investigar presuntos casos de abusos sexuales por clérigos holandeses.

En la vecina Bélgica, un informe elaborado por una comisión conmocionó al país al sacar a la luz más de 475 casos de abusos.