La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, calificó ayer de «muy buena noticia» la reducción del número de abortos, un dato que achacó al acceso a la píldora del día después.

Jiménez reaccionó de este modo a la información difundida ayer por la Cadena Ser, según la cual por primera vez desde que se legalizó el aborto en España, hace 25 años, ha disminuido la cifra de interrupciones voluntarias del embarazo. La citada emisora precisó que en 2009 se registraron en España alrededor de 112.000 abortos, 4.000 menos que en el año anterior, lo que supone una caída superior al 3 por ciento con respecto al año 2008.

«Se ha reducido el número de abortos gracias a una de las medidas que van encaminadas a la reducción de embarazos no deseados, que es el acceso a la píldora del día después», indicó la ministra en el marco de un acto como precandidata a las primarias del Partido Socialista de Madrid (PSM). La titular de Sanidad agregó que la píldora poscoital «ya existía antes, pero ahora se ha facilitado el acceso a la misma y eso, desde luego, ha mejorado los resultados al haber disminuido el número de abortos».

Según la titular de Sanidad, el objetivo del Ministerio se centra en que no se llegue a la «situación dramática de abortar», sino que se puedan «prevenir» aquellos embarazos no deseados, sobre todo con el acceso a métodos anticonceptivos como este de emergencia.

Entre tanto, la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, celebró el descenso del número de abortos, y coincidió con Jiménez en que un mayor acceso a los anticonceptivos y una mejor educación sexual reducen el número de embarazos no deseados, y por consiguiente también el número de abortos. Según Aído, aunque no se trate de datos oficiales, «las cifras apuntan a que por primera vez en 25 años la tendencia se invierte; las interrupciones voluntarias de embarazos no deseados no paraban de crecer y ahora comienzan a descender». A su juicio, la ecuación es «bastante sencilla»: «A mayor acceso a métodos anticonceptivos, menos embarazos no deseados; a mejor educación sexual y prevención, menos embarazos no deseados; y a menos embarazos no deseados, menos abortos».

Pendientes del TC

El futuro de la nueva ley del aborto puede verse condicionado por la renovación del Tribunal Constitucional (TC). El Senado abordará de nuevo esta semana la posibilidad de alcanzar un acuerdo que permita renovar a cuatro vocales del citado órgano, un proceso que lleva más de dos años bloqueado por la falta de consenso entre los dos grandes partidos.

El presidente del Senado, Javier Rojo, ha convocado para mañana, miércoles, una nueva reunión de la Comisión de Nombramientos, en la que los portavoces de los grupos parlamentarios intentarán consensuar cuatro nombres. La no renovación del TC podría poner en peligro la reciente regulación del aborto, recurrida por el PP ante este tribunal, ya que la actual composición del Constitucional revela que una mayoría de magistrados rechazan el texto.