Se trata de la primera ocasión en que presos de varios centros penitenciarios hacen la Ruta Jacobea de forma coordinada, ya que internos de alguna cárcel ya había hecho antes el Camino, pero de manera aislada.

De este modo, los casi 850 kilómetros del Camino Francés los están realizando por etapas internos de las prisiones de Madrid II, Pamplona, Las Palmas, Granada, Topas (Salamanca), Segovia y Ávila.

Cada grupo, formado por ocho internos y varios funcionarios y voluntarios, está caminando alrededor de 120 kilómetros en cinco jornadas para después dar el relevo al siguiente grupo de reclusos.

El Camino Primitivo -que parte de Oviedo y se une al Camino Francés en el municipio lucense de Palas de Rey- está a cargo de internos del centro penitenciario de Lugo-Bonxe.

Por su parte, el Camino Portugués -que une el norte de Portugal con Santiago- es la ruta escogida por los presos de la cárcel de Palma de Mallorca.

Los internos de estos dos últimos centros penitenciarios, junto a las internas de la prisión de Brieva (Ávila), harán el último relevo del Camino Francés y llegarán a Compostela el próximo día 19 de mayo, donde asistirán a la tradicional Misa del Peregrino en la Catedral de Santiago.

Por contra, los primeros en hacerse al Camino han sido los internos de Madrid II que ya completaron el trayecto entre Somport (Huesca) y Sangüesa (Navarra) durante los pasados 13 y 18 de abril.

Antes de ponerse a andar, tanto los reclusos como los funcionarios y voluntarios que está colaborando con "Caminos de Libertad" han realizado varias salidas a modo de entrenamiento previo para poder realizar su tramo del Camino en buenas condiciones físicas.

Además, han estudiado aspectos históricos y culturales de la Ruta Jacobea, como parte del proceso que les permita desarrollar conductas y actitudes favorables para su futura integración social.