La ministra francesa de Justicia, Rachida Dati, se niega a identificar al padre de su hija, de la que dice que es lo mejor que le ha pasado en la vida, y considera «grosero» que se le pregunte quién es el progenitor. Las suposiciones sobre el padre de Zohra, nacida el 2 de enero, «son elucubraciones de un pequeño microcosmos», responde Dati en una entrevista. «En la calle, nadie me hace ese tipo de pregunta. En primer lugar, me parece grosero. No tengo nada más que decir», añade la ministra al contestar a uno de los lectores del diario popular que pudieron entrevistarla. Su actitud es distinta cuando se la interroga sobre su hija: «un tema inacabable. Este nacimiento es lo mejor que me ha ocurrido en la vida. No quiero decir que esté extasiada con ella, pero... Ahora tiene tres meses». «Es verdad que era tan inesperada que la miro todos los días como un milagro», precisa tras haber defendido su forma de compaginar la maternidad con la responsabilidad al frente de su departamento, al calor de la polémica que suscitó por volver al trabajo sólo cinco días después de haber dado a luz. «No habría puesto en peligro ni mi salud ni mi embarazo: si lo hice es que pude hacerlo», explica. Durante el embarazo, corrieron diversos rumores sobre la paternidad de Zohra y uno de ellos, pretendía que el padre era José María Aznar, quien lo desmintió.