El trabajo, realizado por las expertas Marta Fraile, Mariona Ferrer e Irene Martín, establece un "perfil actitudinal" de los ciudadanos que "más parecen saber de política": Se trata de individuos capaces de situarse en la escala ideológica, que se declaran interesados en temas políticos y que presentan valores poco materialistas "y un perfil ideológico de izquierda moderada".

Por el contrario, quienes menos conocimiento manifiestan sobre la cuestión no parecen alinearse ideológicamente. Las autoras del estudio aseguran que, en términos generales, "son las mujeres, los parados, los que se dedican al hogar, los obreros manuales no cualificados, los que menores ingresos mensuales declaran tener y los ciudadanos con menores niveles de educación".

Por otra parte, el CIS define como "medio-bajo" el "nivel de competencia política" del conjunto de la ciudadanía española, ya que sólo "la mitad de los entrevistados fueron capaces de contestar de forma correcta entre tres y cuatro de las siete preguntas" que se les formularon para evaluar sus conocimientos. Entre otras cuestiones, se interrogaba por el nombre del presidente de la comunidad autónoma del encuestado, el año de aprobación de la Constitución Española o el país de origen de Hugo Chávez.

POBLACIÓN JOVEN

Para elaborar el estudio, el CIS divide la población "joven" en dos grandes grupos: la 'Generación X' (nacidos entre 1972 y 1980); y la 'Generación Y' (los nacidos entre 1981 y 1988). Entre otras diferencias, los más jóvenes, "socializados en plena democracia", registran un nivel por debajo de la media nacional en conocimiento político y algo por detrás de quienes nacieron antes de 1981.

La 'Generación X' no sólo sabe más de política, sino que de los dos grupos es el que más utiliza la abstención del voto como forma de castigo por la decisión de un partido y, mientras en los más jóvenes Internet es la vía preferida para realizar acciones de protesta, los nacidos antes de 1980 también compran o dejan de comprar en función de la aplicación de principios éticos.

El CIS también analiza en el trabajo el perfil sociodemográfico de los "manifestantes" en España, y concluye que el retrato ciudadano es "bastante heterogéneo cuando los temas de convocatoria de las protestas son relativamente universales en el sentido de que afectan a un alto porcentaje de la ciudadanía".

Sin embargo, en general "el perfil de los asistentes a manifestaciones sigue siendo relativamente homogéneo, aunque con alguna excepción: son los ciudadanos con mayores niveles de recursos socioeconómicos y educativos, no religiosos, con suficientes habilidades cognitivas como para posicionarse en la escala ideológica, con valores predominantemente de izquierdas, con altos niveles de eficacia política externa y con valores predominantemente posmaterialistas".