Era una alusión a la ley francesa de 1975, durante el mandato presidencial de Valéry Giscard d'Estaing, de centroderecha, que legalizó la interrupción voluntaria del embarazo.

Delegaciones procedentes de otros países europeos, como Italia, el Reino Unido, Alemania y Austria intervinieron en la llamada "marcha por la vida", que empezó en la Plaza de la República y terminó en la de la Ópera, en el corazón de París.

Entre los participantes de todas las edades -había niños con globos-, estaba el vicepresidente del partido ultraderechista francés Frente Nacional, Bruno Gollnisch.

En las pancartas se podía leer "nunca más abortos", "la familia es la base de la nación", "leyes por la vida", "salvar a los bebés que están por nacer", "el aborto mata", "Mamá, guárdame, déjame con vida", o "aborto, stop".

Algunos llevaban símbolos católicos, como representaciones de Cristo crucificado.

Creado en vísperas del 30 aniversario de la ley que legalizó el aborto en Francia, el colectivo "30 años ya basta" persigue la abrogación de esa ley.