San Sebastián.- Actor con una larga y exitosa carrera cuya presencia ha causado sensación en San Sebastián, Richard Gere recibió anoche el premio honorario Donostia del festival de cine de la ciudad vasca siendo muy consciente de que ser una estrella acarrea responsabilidades.

Desde su llegada a la ciudad a medianoche de este sábado, Gere (1949) ha atraído multitudes que se han apostado en las calles y a la entrada del hotel María Cristina. El actor ha hecho en todo momento gala de saber hacer con sus admiradores y los periodistas, entre los que despertó risas cuando, en una rueda de prensa, se levantó para abrazar a una corresponsal a la que falló la voz al ir a hacerle una pregunta.

«Mi mujer y yo llegamos anoche a San Sebastián, yo estaba en chándal y ella en vaqueros y no estábamos preparados para esa acogida. La recepción fue muy generosa, con mucho cariño. Es muy difícil no responder a eso», explicó.

Gere admite que ser una estrella «puede ser superficial», como dice el personaje que interpreta en la película "La gran estafa", de Lasse Hallström, exhibida en la sección Zabaltegi del festival y basada en el caso real del periodista Clifford Irving, que en 1971 publicó unas falsas memorias del millonario Howard Hughes.

Sin embargo, sobre esa posible superficialidad de las estrellas, «se podría decir lo mismo de los periodistas», precisó. «Hay un sentido de responsabilidad que tenemos todos, hacia nosotros y para hacernos interesantes para los demás. El trabajo tiene que tener un valor, un significado en el universo, independientemente de lo que hagamos», recalcó. Ese sentido de la responsabilidad universal, proveniente de la religión budista que practica desde hace 35 años. Para Gere su religión «ayuda en todo», y de la que ha aprendido que «el trabajo de nuestra vida es ampliar la compasión y la sabiduría», enfatizó el actor.

Fría acogida al segundo largo de Paul Auster, "La vida íntima de Martin Frost"

El escritor Paul Auster presentó ayer, fuera de concurso, su segundo largo como director, "La vida íntima de Martin Frost", donde narra la relación entre un autor y su musa, a través de una trama laberíntica. Mientras, Alemania concursó con "Reclaim your braim", sátira sobre el poder de la TV. Auster explica "La vida íntima de Martin Frost" como «una historia acerca de un hombre que escribe una historia acerca de un hombre que escribe una historia... y la historia dentro de la historia». Una trama laberíntica -que no terminó de agradar a la crítica- donde un escritor, encerrado en una casa alejada del mundo, se despierta un día al lado de una misteriosa mujer de quien no sabe nada y a la que acaba amando terriblemente, sin darse cuenta de que ella es la musa de su relato, que irá desfalleciendo a medida que éste concluya.

«He querido plasmar un enfoque poético sobre el proceso creativo», dijo Auster a la prensa tras la proyección, donde explicó que el guión fue escrito en 1999 y concebido como «una pequeña obra de cámara». Al igual que en su literatura, Auster combina escenas dramáticas con golpes de humor y así, mientras a la pareja protagonista, David Thewlis e Irene Jacob les corresponde el tono dramático, son su hija, Sophie Auster, y Michael Imperioli, los encargados de aportar la carga humorística.