La noticia no deja de sorprender. Los príncipes don Felipe y doña Letizia decidieron guardar muestras de sangre del cordón umbilical de su hija, la Infanta Leonor, en un banco de sangre de Arizona. Al parecer es práctica habitual del centro en donde la princesa Letizia dio a luz. Aunque en España hay más de 20.000 muestras en distintos bancos de Madrid, Barcelona, Valencia, Galicia, Málaga y Tenerife, se trata de donaciones anónimas que servirán cuando sea preciso un trasplante de médula (estas células umbilicales pueden sustituir el trasplante) y haya en el banco una muestra genéticamente compatible.

Una historia como ejemplo

Una madre andaluza ha vivido no hace mucho una historia ilustrativa del "milagro" que puede lograr un cordón umbilical.

Cuando estaba embarazada de tres meses recibió la noticia de que su primer hijo, de seis años, padecía leucemia. Se habla de que la única posibilidad es un trasplante de médula. Pero al saber que estaba embarazada el médico le propone esperar a que nazca: porque si resulta compatible, la sangre del cordón umbilical del hermano puede evitar el trasplante de médula y puede ser la gran solución .

En efecto, cuando nació, se recuperó el cordón umbilical. El cordón contiene células-madre, aunque en una proporción pequeña. Se calcula que de 400.000 millones de células, sólo 3 reúnen esas características. Pues bien, esas células inyectadas pueden regenerar la médula.

De eso se trata. Cuando la princesa Letizia dio a luz se les propuso la posibilidad de conservar las células del cordón umbilical, por si en un futuro fueran necesarias.Y en la madrugada del 31 de octubre se recogieron esas células y se enviaron al banco de Arizona , para que allí fueran congeladas y conservadas. (Cuesta alrededor de 1.700 euros la recogida y congelación y unos 100 euros al año por su conservación).

El objetivo

La sangre cordonal puede resolver problemas que hasta ahora se reservaban al trasplante de médula. Hoy, cuando desde cualquier parte del mundo se necesita medula para trasplante, se pone en marcha el registro internacional elaborado por la Fundación José Carreras. El tenor español, que sufrió una leucemia, promovió esta fundación que tiene un amplio registro de donantes. Gracias a esta labor hay un listado internacional de posibles donantes en donde figuran sus características. Eso quiere decir que cuando se necesita médula para un trasplante, sea en Barcelona o en Pekín, la Fundación se pone en marcha, localiza la médula y se realiza el trasplante. No tienen que viajar ni el donante, ni el receptor. Se extrae la médula, se embala y un avión la traslada. Por cierto que ya son muchos los centros que realizan trasplantes de médula con unos resultados estadísticos muy satisfactorios. El problema que hay que resolver en todos los casos es el de encontrar un tejido compatible. Porque hablando de médula, debe saberse que incluso entre hermanos sólo uno de cada cuatro puede servir. Hay una incompatibilidad tan frecuente que por eso es importante que haya muchos donantes. Porque es la gran solución para enfermedades muy graves.

Del trasplante de médula se pueden beneficiar todos los que tengan problemas graves con los tejidos formadores de sangre; hay que tener en cuenta que la médula es realmente la fábrica de células sanguíneas. Por eso se pueden beneficiar los que tienen dificultad para la formación de plaquetas.O quienes padecen leucemia ,o linfomas ,o anemia aplásica, mielomas, etc.

El proceso no es complejo en sí mismo: se extrae médula del hueso del donante (normalmente del hueso de la cadera) y se inyecta en la sangre del receptor. Esa médula llega al hueso y entonces se pone a fabricar células sanguíneas sanas. Era hasta hace poco la única solución.

Pero ahora, la sangre del cordón umbilical puede hacer el mismo servicio que la médula, sin los problemas de extracción que conlleva. Como contiene células-madre, es decir, células progenitoras es una alternativa al trasplante de médula. Tampoco es complicado: en los minutos siguientes al parto, tras pinzar el cordón, se hace la extracción de sangre que no tiene ningún riesgo ni para la madre ni para el niño. Se separan esas células-madre que interesan y se congelan. Lo ideal sería hacer un auténtico banco de células cordonales de muchos niños, cuantos más mejor, con el fin de que si alguien necesita un trasplante de médula por una leucemia recurra a estas células que pueden incluso ser más útiles.

Bancos de ombligos

No hace mucho tiempo llegó desde Estados Unidos la noticia de que se creaba un banco de ombligos para uso particular. Es decir, que cuando se producía un parto, la madre congelaba el cordón por si en un futuro lo necesitaba. De ahí se partió a la creación de auténticos bancos públicos de cordones. O de extraer la sangre, determinar sus características y congelar esa sangre.

La primera experiencia de curación con sangre procedente del ombligo se hizo en l989 a un niño francés que padecía un grave tipo de anemia (Anemia de Fanconi). Se extrajeron células cordonales de una hermana recién nacida y el éxito fue total.

Empezó a verse esta técnica como la de elección sobre todo para tratar problemas en niños pequeños. Además de tener menor riesgo, no hay que acudir a la médula de adulto, con su extracción compleja y dificultosa. Se podría crear ese archivo de células-madre, cuya donación es mucho mas fácil, la conservación es sencilla e incluso los resultados son mejores. Por eso, si hay muchos, habrá más posibilidades de encontrar el que sea compatible.

Lo que ocurre es que no se ha popularizado la idea de que el cordón umbilical puede salvar muchas vidas. No tenemos conciencia de que sea un tejido donable. Y se tiran. Sin embargo cualquier madre sana que dé a luz de manera normal y espontánea puede establecer la donación. Eso sí, el centro hospitalario debe estar preparado para recoger el cordón y en el banco de sangre harán el tratamiento oportuno.

La madre debe dar su consentimiento por escrito antes del parto.

Debemos ser conscientes de que no se trata de una experiencia ni rara, ni única. Es una técnica relativamente sencilla y que consigue éxitos espectaculares, sobre todo cuando se aplica a niños.

De ser una técnica experimental pasó, ya en 1994, a ser una técnica de elección que se realiza con cierta regularidad en Estados Unidos. En Europa se utiliza desde 1996.

La Fundación Internacional José Carreras no sólo coordina la donación de médula, sino también la sangre cordonal que las unidades de trasplantes soliciten. Para eso tiene en sus bancos 40.000 unidades de sangre umbilical. Pero hay que insistir: cuantas más haya, más posibilidades habrá de que alguna sea compatible.

El caso de la madre andaluza que vio cómo su bebe recién nacido pudo salvar la vida de su hijo de 6 años no es más que el ultimo ejemplo de lo importante que es donar un tejido que normalmente se tira a la basura.