El estadounidense Max Wells, que perdió 14 millones de dólares (11,7 millones de euros) en apuestas durante dos años, ha demandado a los casinos y al fabricante de uno de los medicamentos que, según él, le indujeron a jugar compulsivamente.

Wells, un patólogo retirado, de 55 años, fue diagnosticado en el 2000 con el mal de párkinson. En 2004, los médicos le indicaron un tratamiento con dihidrocloruro pramixepol, un compuesto cuyo nombre comercial es Mirapex. Según la demanda presentada la semana pasada en un tribunal de Austin (Texas), Wells, que ya era un jugador ocasional, «desarrolló una compulsión irresistible de apostar».

En pocas semanas, Wells había perdido varios miles de dólares con sus apuestas en casinos de Las Vegas y timbas por internet.

El paciente avisó, entonces, a su médico de que Mirapex lo había llevado a apostar. El galeno le cambió el tratamiento y le prescribió hidrocloruro ropinorol, un compuesto que se vende con la marca Requip.

Aparentemente, según la demanda, Requip no hizo sino agravar el caso. Wells se convirtió en cliente habitual, y muy apreciado, de los casinos en Las Vegas.

En el 2005, Wells había perdido 7 millones de dólares (5,8 millones de euros), y el pasado enero sus pérdidas sumaban 14 millones de dólares (11,7 millones de euros).