Los restos mortales de Lucía de Jesús dos Santos regresaron ayer al lugar donde, a los 10 años de edad, dijo haber visto y oído a la Virgen, para reposar en el santuario mariano de Fátima junto a los de sus dos primos, Francisco y Jacinta Marto.

La hermana Lucía, la más longeva de los tres niños pastores que en mayo de 1917 dijeron haber visto a la Virgen en la llamada Cova da Iria (Cueva de Irene), donde hoy se levanta el santuario, hizo su último viaje hasta Fátima un año después de su fallecimiento.

Según responsables del santuario, casi 250.000 personas llegadas de los cuatro puntos cardinales de Portugal y de otros países, sobre todo de España, peregrinaron a Fátima para la ocasión, sin tener en cuenta el viento, la lluvia y el frío reinantes.