Los Angeles.- La 48ª edición de los "Grammy" iba a ser la noche de Mariah Carey o el triunfo del rapero Kanye West, pero para cuando acabó la ceremonia los veteranos roqueros de "U2" habían desmantelado todas las quinielas y salían como los grandes triunfadores de la noche.

En total, el grupo irlandés obtuvo cinco galardones, incluidos los codiciados premios al mejor álbum del año, por "How to dismantle an atomic bomb9, y a la mejor canción del año, por "Sometimes you can´t make it on your own". «Si pensáis que se nos va a subir a la cabeza, ya es demasiado tarde», bromeó Bono desde el escenario después de conseguir el decimonoveno "Grammy" de su carrera y sin saber que aún habría más. Porque, en total, la velada les dio para sumar ya un total de 22 premios "Grammy" en su carrera -entre ellos también hay otro a mejor álbum del año por "Joshua Tree"-, lo que aúpa a los irlandeses al histórico sexto puesto en la lista de intérpretes con mayor número de victorias.

La victoria de Bono, "The Edge" y los muchachos dejó a Carey sin su cacareado triunfo emocional y personal y a West sin la rúbrica que la crítica y él mismo piensan que se merece la calidad de su obra. Tanto Carey como West aspiraban a ocho candidaturas cada uno, lo mismo que John Legend, y los tres acabaron la gala del estadio Staples con el mismo número de victorias, tres, la de Legend algo más dulce, al artista revelación del año.

Mariah se queda en el R&B

En el caso de Carey fue la píldora más dura de tragar ya que casi volvió a revivir el desplante que hace una década le hizo la misma Academia de Artes y Ciencias de la Grabación. En aquella ocasión aspiraba a seis galardones y se quedó sin nada. Ahora, Carey, de 35 años, obtuvo tres de ocho, pero ninguno de ellos en las categorías más destacadas y todos ellos concedidos en la ceremonia previa a la gala oficial. Aun así, la cantante de ascendencia hispana, que ni tan siquiera estuvo presente en este acto previo para recoger los premios, consigue un balance de mejor artista de R&B del año.

La cara de Kanye West tampoco era de muy buenos amigos cuando recogió su único galardón en la ceremonia oficial a mejor álbum de rap. «No tenía ni idea, no tenía ni idea», mintió descaradamente mientras sacaba un tarjetón enorme donde se leía aquello de "lista de agradecimientos". Sin embargo, como en el caso de Mariah Carey, a West le queda el consuelo de sumar sus tres "grammys" para proclamarse el mejor artista de rap del año.

Fue una gala de triunfo para "U2", que acumuló estos pequeños gramófonos dorados también en la categoría de mejor álbum de rock, mejor interpretación de rock para un grupo y el galardón a la mejor canción de rock, este último por "City blinding lights".

Eso, además del aplauso del público en una de las interpretaciones más vitoreadas de las que pasaron por el ruidoso escenario del estadio Staples de Los Angeles en esta gala de premios. «Más precioso que los premios es el regalo que nos habéis permitido, que nos habéis dado la oportunidad de seguir haciendo nuestra música», declaró el guitarrista "The Edge".

La gala también apostó por los renacidos "Green Day", a los que un año más volvió a subir al escenario, en esta ocasión por la mejor grabación del año para el tema "Boulevard of the Broken Dream», corte de «American Idiot".

Los mejores latinos

El cubano Bebo Valdés se volvió a imponer en la categoría de mejor álbum tradicional tropicar hispano, "con Bebo de Cuba", mientras que en la categoría de mejor álbum de rock alternativo hispano, dominó la colombiana Shakira, con "Fijación Oral Vol I". El cantante Luis Miguel, con "México en la piel", se llevó el premio al mejor álbum de la música mexicana, mientras que el disco de la ópera de Verdi "Falstaff", el que cantan los españoles Carlos Alvarez, Ana Ibarra y María José Moreno, recibió el grammy a la mejor grabación de ópera.

La soprano María José Moreno, que ha recibido con «normalidad la noticia» y que se enteró a través de Ana Ibarra, explicó que se trata de una grabación de la London Symphony Orchestra realizada en mayo de 2004 en tres conciertos en directo celebrados en la sede de esta prestigiosa orquesta. «Fue una experiencia excepcional», comentó la cantante. «También fue muy curioso ver como los tres españoles representábamos a una familia», señaló la soprano granadina, que en la grabación canta el papel de Nanette, hija del matrimonio formado por Ford y Alís, a los que prestaban sus voces el barítono malagueño Carlos Alvarez y la soprano valenciana Ana Ibarra.

La intérprete italiana Laura Pausini se alzó con el grammy al mejor álbum pop hispano y el ministro brasileño de cultura, el cantautor Gilberto Gil, obtuvo su segundo premio en la categoría de "Música del mundo".