La cantante Britney Spears atribuyó ayer al asedio de los fotógrafos su decisión de conducir su automóvil llevando a su hijo de cinco meses en los brazos.

Las fotografías que muestran a la cantante al control de su camioneta con el niño casi encima del volante han causado escándalo en EE UU y se han convertido en un asunto de febril discusión en programas de radio y televisión.

Según las normas vigentes en la mayoría de los estados del país, por razones de seguridad los niños menores de 6 años deben viajar en la parte posterior de un vehículo y en un asiento especialmente acondicionado para ese propósito.

El furor causado por las imágenes, publicadas por el diario "The New York Post", llegó a tal extremo que la artista se vio obligada a emitir una declaración en la que insistió en que es «una buena madre» y que el incidente fue resultado de "un aterrador encuentro con los paparazzi".