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El Espíritu Santo de Zamora acortó la procesión por temor a la lluvia

La Hermandad del Santísimo Cristo del Espíritu Santo salió a la calle de nuevo, 50 años después de su primer desfile procesional

El Cristo del Espíritu Santo sale en andas de la iglesia.

El Cristo del Espíritu Santo sale en andas de la iglesia. / JOSE LUIS FERNANDEZ

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

Ser directivo de la Hermandad del Espíritu Santo hacia las diez de la noche de este viernes no era plato de buen gusto. Lloviznaba en el exterior del tiempo mientras las tres alternativas estaban aún encima de la mesa: suspensión, recorrido corto o tirar adelante con el normal.

Tras mucho debate y solo minutos antes de las diez y media se tomó la decisión de hacer el recorrido corto, que consistía en salir del templo hacia el Sillón de la Reina, subir la Cuesta del Mercadillo y en ese punto, en lugar de tirar hacia la plaza de los Ciento y Arcipreste hacia Fray Diego de Deza para desembocar en Arias Gonzalo y el Troncoso, giró directamente por la Rúa de los Notarios hacia la Catedral.

En este punto se cumplió el programa previsto, los hermanos entraron al atrio, se procedió a la lectura de la Pasión de Nuestro Señor mientras el coro cantaba el Christus Factus Est.

El regreso tomó la misma ruta y por tanto se metió por la Rúa de los Notarios para bajar directamente por la Cuesta del Mercadillo y tomar la avenida de la Frontera hacia el templo del Espíritu Santo.

El tiempo, una vez más, deslució una procesión de la Semana Santa de Zamora, aunque hay que dar gracias a que pudiera salir, lo que no estaba claro dadas las cambiantes previsiones. El hecho de que no cayera más allá de una lluvia fina ayudó sin duda a que el desfile se animara a salir.

No se pudo repetir este año el mismo recorrido que se hiciera hace medio siglo, cuando la joven Hermandad dio sus primeros pasos. Ahora ya no es la más joven, pero sigue siendo la que estrena la Semana de Pasión en Zamora.

Llegada de la imagen hasta la Catedral.

Llegada de la imagen hasta la Catedral. / JOSE LUIS FERNANDEZ

El aniversario no pudo incorporar el paso por Corral de Campanas, pero sí tuvo más guiños con la historia en este aniversario redondo del desfile. La cruz guía antigua que salió los primeros años y se restauró para la exposición del pasado febrero volvió a recuperarse, colocada justo antes del libro de difuntos durante la procesión. Está por ver si se queda definitivamente, según el resultado estético del desfile de este año.

Subida por la Cuesta del Mercadillo

Subida por la Cuesta del Mercadillo / JOSE LUIS FERNANDEZ

Detrás del mismo libro de Difuntos se puso otro elemento recuperado de antaño el portavelas que acompañaba al desfile cuando los hermanos portaban un velón grande y necesitaban recurrir a este sistema para poder prender la mecha en caso de que se apagase.

Son dos elementos más para un desfile inspirado en la estética de los frailes franciscanos que cuenta con elementos singulares para aumentar el atractivo de la procesión. Uno de ellos el coro que va entonando el Crux Fidelis durante todo el recorrido, el sonido de las carracas (tinieblas) o los escasos elementos accesorios, como el gran pendón del desfile.

El Cristo, humilde y alumbrado con velas, cierra la procesión caminando al ritmo que marcan un par de tambores destemplados.

Aguardando la decisión sobre la salida procesional.

Aguardando la decisión sobre la salida procesional. / JOSE LUIS FERNANDEZ

Antes, el espectador de la acera ha visto pasar otros los elementos singulares como el incensario o pebetero incorporado en el año 1979 y realizado el forja por el artesano Miguel Fernández Calles. O el campanil, una campana que marchan sobre unas andas y que proporcionan el sonido fúnebre de una iglesia pero durante todo el recorrido.

El ambiente fúnebre y monacal volvió a imponerse en el inicio de esta Semana Santa.

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