Zamora se despoja del luto

Miles de espectadores se concentran en la Plaza Mayor para disfrutar del tradicional Encuentro, acto central de la Cofradía de la Santísima Resurrección

El presidente de la Cofradía de la Santísima Resurrección, Josué Crespo, y el obispo de Zamora, Fernando Valera, pasean entre las dos tallas en la Plaza Mayor. | Emilio Fraile

El presidente de la Cofradía de la Santísima Resurrección, Josué Crespo, y el obispo de Zamora, Fernando Valera, pasean entre las dos tallas en la Plaza Mayor. | Emilio Fraile / B. Blanco García

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

Pasaban las nueve de la mañana cuando se comenzaban a escuchar las primeras salvas del día más alegre de la Semana Santa zamorana. Un Domingo de Resurrecciónal que acompañaba el buen tiempo y que congregó a miles de personas desde primera hora en la Plaza Mayor, incluso antes de que las imágenes de la Cofradía de la Santísima Resurrección salieran, acompañadas de sus cofrades, ataviados con sus mejores galas, de la iglesia de Santa María de la Horta.

Entre esos hermanos estaba Pablo Rodríguez, nieto de Antonio Rodríguez, histórico miembro de la junta directiva de la cofradía, recientemente fallecido. El joven quiso realizar un homenaje póstumo a su abuelo participando en la levantada del paso de la Virgen, imagen a la que acompañó después durante todo el recorrido, mientras que su padre Félix cargaba el paso.

El más longevo

También con la Virgen caminó durante todo el recorrido Alfonso Morán Alonso, el hermano más longevo de la hermandad, quien hizo el camino sin problema junto a su nieto, disfrutando así un año más de una tradición que ha sabido inculcar a su familia.

La imagen de la madre doliente —enlutada con una rica túnica de terciopelo negro decorada con bordados en oro— fue la primera en entrar en la Plaza Mayor, precedida por la Banda de Tambores y Cornetas y escoltada por la Guardia Civil, con sus trajes de gala. Detrás de ella, la Banda de Música Maestro Nacor Blanco.

Con el Cristo Resucitado

Esperando desde la calle Renova estaban los hermanos que acompañan al Cristo Resucitado, con su manto de un rojo intenso, junto a miembros de la Policía Municipal. Entraron todos juntos y mientras los cofrades se colocaban en la plaza —bajo la supervisión del presidente de la cofradía, Josué Crespo—, los cargadores colocaban al Hijo frente a su madre, al tiempo que miembros de otras hermandades de la Semana Santa, con autoridades eclesiásticas, con el obispo de Zamora, Fernando Valera, a la cabeza, se situaban a ambos lados de la explanada, sobre dos alfombras, azul y roja, colocadas expresamente para esta ocasión.

Numeroso público espera el encuentro entre Jesús y su Madre junto a la iglesia de San Juan. | Emilio Fraile

Numeroso público espera el encuentro entre Jesús y su Madre junto a la iglesia de San Juan. | Emilio Fraile / B. Blanco García

Otra tanda de salvas, la mayoría lanzadas desde escopetas situadas en la balconada del ayuntamiento viejo, indicaba el inicio del acto principal de esta procesión, ante la atenta mirada de miles de zamoranos y visitantes que esperaban bajo un agradable sol.

Reverencias

Comenzaron las reverencias entre ambas imágenes, mientras que a la Virgen se le despojaba de un luto que había durado tres largos días, para escuchar el himno de España y los aplausos del público, acompañados de la suelta de globos desde algunos balcones decorados de la Plaza Mayor para reiterar que se estaba en un día de fiesta y celebración.

La Banda de Música de Zamora, junto con la flauta y tamboril de Luis Antonio Pedraza, interpretó "La alborada", una de las piezas que se ha convertido desde hace unos años en parte imprescindible de la banda sonora del Domingo de Resurrección, obra del toresano David Rivas.

Vuelta al templo

Tras finalizar la música, volvieron los aplausos de los allí congregados y arrancaron de nuevo los tambores, mientras que músicos y directivos se abrazaban para felicitarse por este encuentro.

Se volvió a marcar el paso para que el Cristo Resucitado abandonara la Plaza Mayor, de nuevo con la Banda de Música de Zamora, igual que haría pocos minutos después la Virgen del Encuentro, junto con los cofrades.

Esta vez realizaron el recorrido de vuelta juntos, bajando por la cuesta de Balborraz hasta la iglesia de Santa María de la Horta, mientras que el resto de personas se quedaba disfrutando del espléndido día de fiesta.

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