Nuevo Museo de Semana Santa de Zamora: ¿quién paga la fiesta?

Un Patronato o Fundación que implique a las instituciones, idea que baraja la Junta de Cofradías para la gestión futura

Imagen virtual del nuevo Museo de Semana Santa, incluida en el proyecto

Imagen virtual del nuevo Museo de Semana Santa, incluida en el proyecto / L.O.Z.

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

Con las obras en marcha toca pasar a otra fase en el proyecto del nuevo Museo de Semana Santa: para qué va a servir y cómo hacerlo económicamente sostenible. Se da por supuesto que la función de guarda y custodia de los grupos procesionales, la que ya cumplía el recién derruido Museo, continuará asegurada si no mejorada en el nuevo, así como otra característica no menor, la de ser "templo" de salida y llegada de numerosos desfiles procesionales de la Semana Santa de Zamora.

Lo que está por ver son dos cosas fundamentalmente: cómo sacarle el mejor partido a una obra millonaria y quién asumirá los costes del más que previsible deficitario Museo. Ambas cuestiones pueden estar más relacionadas de lo que parece, ya que si el Museo consigue atraer muchos visitantes y convertirse en referencia y proyección exterior de la ciudad este aparente déficit económico quedaría enjugado por el beneficio para Zamora en forma de promoción y atracción de turismo, un sector motor de la economía (guías, gastronomía o alojamientos).

El ejemplo paradigmático sería lo que fue el Guggenheim para Bilbao, aunque muchos proyectos que han tratado de emular la hazaña vasca en otros puntos de España se han dado de bruces con la triste realidad después de dejarse por el camino montañas de dinero en iniciativas que a duras penas pasan más allá de la comarca. Y el Museo debe, por supuesto, ser capaz de trascender no solo el Alto de los Curas, sino también el Guadarrama, los Pirineos y poniéndose optimista el océano Atlántico.

El nuevo Museo: ¿quién paga la fiesta?

Alberto Martín, responsable del proyecto museográfico / Carlos Gil Andrés

Una de las arquitectas del equipo que se encargó del proyecto y que tiene a su cargo el control de las obras, Beatriz Matos, considera que "el Museo está ya en marcha, en el sentido de que se han iniciado las obras y se está haciendo la arqueología".

Esta profesional, que ya había hecho obra en Zamora (suya es la adaptación del antiguo edificio de Obras Públicas para Comisaría de Policía) ofrece una de las claves fundamentales a la hora de explicar el nuevo edificio. "Fue muy importante visitar el antiguo Museo de Semana Santa ya que nos parecía más bien un aparcamiento de los pasos, estaban muy apretados y era difícil que transmitieran una espiritualidad en ese espacio, eran difíciles de ver".

Con la cantidad de grupos escultóricos que mostrar, "nos planteamos que ese espacio, el edificio" permitiera ver los pasos en otra dimensión, que "se convirtiera en una atmósfera de religiosidad y sacra a la que no nos llevaban esa banalización que tenían los pasos en ese momento", simplemente grupos como aparcados.

El quid de la cuestión es ¿cómo se consigue eso?. "Bueno a través de un edificio oscuro, en penumbra, un edificio con algunos huecos de conexión con el exterior para saber dónde estamos, dónde nos ubicamos dentro del casco de Zamora, con tratamiento muy sencillo de hormigón muy fácil en el interior y un cerramiento de piedra exterior para se mimetice bastante con ese entorno medieval que tiene Zamora en su casco antiguo".

El nuevo Museo: ¿quién paga la fiesta?

Beatriz Matos, arquitecta / Carlos Gil Andrés

Se supone que el nuevo Museo será capaz de realizar esa función, lo que es una iglesia para una figura mariana o una capilla de la Catedral para el Cristo de las Injurias: un lugar donde contemplar adecuadamente los pasos.

La presidenta de la Junta pro Semana Santa, Isabel García Prieto, que ha liderado el impulso del proyecto desde sus inicios, haciendo frente a los distintos retos que se iban presentado, desde decidir la ubicación a buscar el compromiso financiero y los mejores profesionales para definir el edificio y llevarlo a cabo, tiene una idea clara de lo que es el nuevo Museo, de esas "obras en marcha desde el pasado mes de diciembre del que será el nuevo centro museístico de Semana Santa gracias a la ayuda en su financiación de la Junta, Ayuntamiento, Diputación y Caja Rural".

Considera, tal y como dijo en el Pregón del Domingo de Ramos que el nuevo Museo "será una fuente de riqueza para la ciudad porque confiamos en que al igual que el anterior lo fue en su momento, sea un referente a nivel nacional, pero que también traspase fronteras".

El nuevo Museo: ¿quién paga la fiesta?

Isabel García Prieto, presidenta de la Junta Pro Semana Santa / Carlos Gil Andrés

En el Museo, dijo, "se abordará la Semana Santa de nuestra ciudad y de la provincia como un acontecimiento y celebración religiosa pero sin dejar aspectos tan importantes como la parte artística, antropológica, etnográfica, también reflejada en el proyecto museográfico realizado por Alberto Martín, guion fundamental para acometer su museografía que confiamos se haga efectiva en un documento próximamente".

Estas son precisamente las razones que han motivado la aportación institucional, el dinero público, para un Museo que no deja de ser privado, ya que era, es y será, en cuanto acabe la obra, propiedad única y exclusiva de la Junta de Semana Santa de Zamora, sin perjuicio de que los pasos sean de cada cofradía.

El nuevo Museo: ¿quién paga la fiesta?

Recreación de una de las salas del nuevo Museo de Semana Santa de Zamora / Carlos Gil Andrés

Pero no es esta cierta anomalía de financiar con dinero de todos un bien particular lo que preocupa en estos momentos, sino quién va a sostener este nuevo inmueble, que ya no podrá basarse en una gestión casi familiar y de andar por casa (y por cierto, muy económica), sino que va a requerir, como dijo la propia presidenta de la Junta, una gestión profesionalizada.

El antiguo Museo tenía una virtualidad importante: permitía mantener los pasos de Semana Santa perfectamente custodiados y un punto de referencia para las procesiones prácticamente a coste cero. Tomando como referencia la liquidación de un año prepandemia, 2018, para eliminar el efecto COVID que lógicamente mermó las visitas, los ingresos del Museo alcanzaron los 47.186 euros frente a los 50.973 euros que generó de gastos.

Unos años por otros, el Museo era, para la Junta pro Semana Santa "lo comido por lo servido". Un dato ilustrativo, los gastos personal Museo ascendían a 15.216 euros en el último año, cantidad que sin duda se disparará a poco personal que se ponga en dirección, conservación, taquilla o limpieza.

El nuevo Museo: ¿quién paga la fiesta?

Recreación de una de las salas del nuevo Museo de Semana Santa de Zamora / Carlos Gil Andrés

Ahora el planteamiento debe ser diferente. Lo saben las cofradías. Por eso la presidenta de la Junta Pro Semana Santa está ya llamando a las puertas institucionales para armar la estructura que permita dar solidez al proyecto que en manos únicamente de la entidad que preside tendría pies de barro, debido a su casi nula capacidad económica.

Las obras tienen la financiación asegurada y se da también por hecho el apoyo del Gobierno central para la adecuación museográfica, tal y como, recordó García Prieto, "se comprometió el presidente del Gobierno de nuestro país (Pedro Sánchez) en su visita al Museo en abril de 2019" y el Ministerio de Cultura en las distintas reuniones mantenidas en los últimos años. Además tendrá también el apoyo de las instituciones que han financiado la construcción.

El nuevo Museo: ¿quién paga la fiesta?

Recreación de una de las salas del nuevo Museo de Semana Santa de Zamora / Carlos Gil Andrés

Una vez se tenga todo esto el Museo, para cumplir sus fines, "deberá contar con una importante gestión tanto en su mantenimiento como en la dirección por personal cualificado y la necesaria intervención de nuestras instituciones para poder llevar a cabo estas premisas", dijo en el Pregón Isabel García.

Fuera del atril, concretó un poco más a este diario: "El Museo de la Junta pro Semana Santa pasará a ser propiedad de la Junta Pro Semana Santa, pero evidentemente la conservación y la dirección no puede ser de la Junta Pro Semana Santa, no tenemos capacidad para eso y estamos hablando con las instituciones para que se haga un patronazgo (patronato) o una fundación para ese tema".

El nuevo Museo: ¿quién paga la fiesta?

Recreación de una de las salas del nuevo Museo de Semana Santa de Zamora / Carlos Gil Andrés

Esta sería la solución ideal desde el punto de vista de la Junta de Cofradías, que se aseguraría la propiedad del Museo pero sin tener que asumir los costes. Habrá que ver qué figura jurídica se puede llevar a cabo.

Lo principal es concitar el apoyo y respaldo de todas las instituciones, tarea en la que Isabel García Prieto ha demostrado moverse con mucha habilidad. Hay tiempo, ya que quedan un par de años, al menos, de obras.

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